martes, 20 de agosto de 2024

Dios no se olvida de su plan contigo

Dios no se olvida de su plan contigo


Éxodo 3:1-2 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza”.

Ya pasaron 40 años desde que Moisés huyó de Egipto, y se ha refugiado en tierra de Madián, y ahora está casado con Sefora. Tiene un hijo llamado:  Gersón, cuyo significado es “forastero soy en tierra ajena” (Éxodo 2:22), expresando lo que Moisés estaba viviendo, estaba muy lejos de su familia y pueblo, en tierra extranjera.

Ahora es pastor de ovejas, el texto nos deja ver que: eran “las ovejas de Jetro”, también nos dice: las “llevo al desierto”, de manera que hablamos de un camino difícil: calor del desierto, frío de noche, soledad, peligros, etc. Las cosas no eran fáciles en la vida de Moisés.

Considerando que para Moisés habían pasado 40 años, tiene familia, vive lejos de su familia y es pastor de ovejas, seguramente en su corazón habían desaparecido esos sueños de ser un libertador, un gran líder y poderoso instrumento de Dios, probablemente los había olvidado, pero Dios no, aunque había cometido errores, aunque tenía 80 años, aunque estaba en el desierto, seguía siendo muy importante para Dios.

La Escritura nos dice que Moisés “llegó hasta Horeb, monte de Dios”, la palabra Horeb significa: desolado, seco, desierto. La Biblia lo califica como “monte de Dios”, lugar de manifestación divina, un lugar donde no hay muchas voces, ni distracciones, soledad en la que Dios se manifiesta, y a la cual muchas veces nos lleva para escuchar su voz, y en medio del “desierto” es donde reconocemos nuestra condición y recordamos que Dios es nuestro amparo y fortaleza.

Dios se le aparece a Moisés en el desierto a sus 80 años, en un escenario y modo que nadie esperaría. Pero así es Dios, se manifiesta cuándo, cómo y donde él quiere según su perfecta voluntad. Dios es soberano y todopoderoso. Moisés por su pasado huía de la gente, de grandes responsabilidades, de cualquier tipo de liderazgo, pero no podía huir y esconderse de Dios. Por eso la Biblia dice: “¿a dónde huiré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?”.

Conclusión: Cuando hemos cometido errores a lo largo de nuestra vida o ministerio, o hemos pasado por decepciones, estamos tentados a huir, a no intentarlo de nuevo, a renunciar lo que un día soñamos. Sin embargo, la Escritura nos dice que Dios es restaurador por excelencia, el no deshecha a sus hijos y vuelve a convocarlos para su plan.         (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

Te invito a leer:
1. Somos un plan del cielo.

2.La fidelidad de Dios.

lunes, 12 de agosto de 2024

La victoria en Dios es posible

 La victoria en Dios es posible

Éxodo 1:12 “Pero cuanto más lo oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel”.

Para este tiempo, se levantó un nuevo rey de Egipto. El pueblo de Israel se había multiplicado grandemente, eran numerosos y fuertes. El rey egipcio los sometió a trabajos fuertes y exigentes. Sin embargo, “Cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban”. Esta situación también la podemos ver en los primeros siglos de la iglesia pues fue perseguida intensamente, sin embargo, logró impactar el mundo. Podemos decir que, a mayor persecución, mayor expansión, crecimiento y multiplicación del reino de Dios.

La Biblia también nos enseña: “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14). Por ejemplo, cuando la iglesia de primer siglo fue perseguida, la unción de Dios que vino a reposar sobre los líderes era mayor, dando como resultado milagros, maravillas y señales divinas.

Es por eso, que cuando somos calumniados, cuestionados y señalados por hacer la voluntad de Dios, debemos gozarnos, prepararnos para las bendiciones del cielo y un mayor respaldo de Dios.

La frese “de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel”, nos muestra el gran respaldo del Señor sobre su pueblo, generaba un gran temor en los egipcios, los Israelitas se multiplicaban de manera exponencial, a pesar de las malvadas intenciones del Faraón. Vemos la mano de Dios actuando con poder, y cumpliendo lo que había dicho: "no temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación" (Génesis 46:3).

Debemos tener la certeza, Dios cumple sus promesas, aunque el enemigo procure estrategias para detener el plan del Señor. Dios hará su voluntad a pesar de las circunstancias. En Él siempre hay victoria, aunque no sea de la manera en que espero, él sabe cómo y cuándo hacerlo.

El temor en el corazón de los egipcios se expresaba a través de acciones como: persecución, opresión y limitaciones para el crecimiento del pueblo hebreo. Es por eso que muchas veces, el trato severo y la mala actitud, es un escudo de defensa, procurando esconder el miedo.

Conclusión: Los planes de Dios con sus hijos son grandes y maravillosos. Aunque el enemigo se levante, intente estorbar los propósitos del cielo, Dios moverá su poderosa mano a nuestro favor, pues finalmente lo que él se ha propuesto se cumplirá, el Señor siempre cumple lo que ha dicho. Por eso no te desanimes, avanza, sigue el camino que te lleva hacia el propósito y plan divino diseñado en el cielo para ti.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

Te invito a leer:

1. Sermón Dios lo hará en su tiempo.


miércoles, 7 de agosto de 2024

Dios prospera a sus hijos

 Dios prospera a sus hijos


Génesis 39:2, 4-5 “Pero Jehová estaba con José, quien llegó a ser un hombre prospero… Así halló José gracia a los ojos del egipcio, y lo servía; y él lo hizo con el mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y desde cuando le dio el encargo de su casa, Jehová bendijo la casa del egipcio a cauda de José”.

El texto bíblico destaca la gran bendición de Dios sobre José en la casa de Potifar, capitán egipcio, desde un inicio podemos ver la razón “Pero Jehová estaba con José”. Su padre estaba muerto, sus hermanos lo rechazaron, estaba en otra nación, pero no estaba solo, Dios lo acompañaba en todo momento y es lo más importante.

El versículo añade “llegó a ser un hombre prospero”, la palabra “prospero” usada aquí, viene del hebreo “tsalákj” que también traduce: empujar hacia adelante, triunfar, logar. Lo que nos deja ver la fe, diligencia y actitud de José a pesar de las adversidades por las que estaba pasando.

José halló gracia delante de Potifar, el favor de Dios estaba con él. El favor del Señor es aquella virtud que resplandece, es la gloria de Dios que brilla, otorgada por el Señor que hace que sus hijos se destaquen, que respalda de manera sobrenatural en los diferentes oficios, profesiones, o proyectos que tiene para sus hijos.

Podemos ver un ejemplo de esto en Daniel 6:3 “Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino”. A partir de ese momento, Daniel destacaría en cualquier función que le era encomendada.

Cuando José tenía aproximadamente 20 años, Potifar le entregó todos sus bienes e hizo de él su mayordomo. Dios le estaba dando a José un tiempo de entrenamiento, pues en un futuro sería gobernador de Egipto. José no sólo administró bien la gracia que Dios le había dado, sino que podemos ver el temor de Dios en su vida, temor que nos lleva a apartarnos de malos caminos, para andar en la senda de integridad.

José tenía una gran autonomía para opinar sobre los bienes de Potifar, no tenía la Biblia como nosotros, ni tenía la llenura del Espíritu Santo (experiencia neotestamentaria), y estaba en tierra extranjera, no cedió ante las ofertas de la esposa de Potifar, por el contrario, dijo: “mi señor ha puesto en mi mano todo lo que tiene… ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”, sin duda alguna José es un ejemplo a seguir.

Finalmente, la Biblia nos dice “Jehová bendijo la casa del egipcio a cauda de José” y Potifar lo vio. José no tuvo que decir, ni anunciar que Dios estaba con él, los demás lo vieron. Cuando Dios está con nosotros, él dará testimonio de su presencia en nuestra vida.

Conclusión: Es por eso que debemos procurar que la presencia de Dios sea nuestra prioridad de vida. Fortalecer y crecer en nuestra relación intima con Jesús y su Espíritu, él nos quiero ayudar en eso, pues envió a su Hijo, su Santo Espíritu y Su Palabra.    (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)