Introducción: Dos hermanos
tenían un ahorro y vieron un plantío de vides que estaba a la venta. Conversaron
con el dueño, y le preguntaron ¿Por qué lo vende? -Lo compré porque decían que
aquí había un tesoro, lo busqué y no lo encontré, y ahora quiero irme a probar
fortuna. -¿Si compramos el plantío y hallamos el tesoro será nuestro? -Dudo que
aparezca, pero hagamos el trato.
Cuando tomaron posesión del terreno, todas las plantas y vides estaban marchitas. Retiraron toda la basura y hojas secas acumuladas. Humedecieron la tierra y empezaron a cavar. Pasaron varios meses y el tesoro no aparecía, y transcurría el tiempo sin éxito. Pero notaron cambios, por una parte, ellos se habían vuelto más fuertes, las vides comenzaron a dar grandes racimos de uvas. Un día llevaron las uvas al mercado y lograron venderlas bien. Pronto recuperaron el costo del plantío, y siguieron ganando más. Con el tiempo supieron cuál era el tesoro oculto en aquel terreno. Siempre la perseverancia será recompensada. Persevera, Dios te recompensará…
Cuando tomaron posesión del terreno, todas las plantas y vides estaban marchitas. Retiraron toda la basura y hojas secas acumuladas. Humedecieron la tierra y empezaron a cavar. Pasaron varios meses y el tesoro no aparecía, y transcurría el tiempo sin éxito. Pero notaron cambios, por una parte, ellos se habían vuelto más fuertes, las vides comenzaron a dar grandes racimos de uvas. Un día llevaron las uvas al mercado y lograron venderlas bien. Pronto recuperaron el costo del plantío, y siguieron ganando más. Con el tiempo supieron cuál era el tesoro oculto en aquel terreno. Siempre la perseverancia será recompensada. Persevera, Dios te recompensará…