Introducción: Juan
el bautista es un personaje de la Biblia que cautiva
nuestra atención por su estilo de vestir y su alimentación, nos dice la
Escritura: “Y Juan vestía de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero que tenía
alrededor de sus lomos; y su alimento era langostas y miel silvestre” Mateo 3:4.
Vemos en su vestido (que era un “manto velloso”) fue un símbolo del ministerio de
profeta en el Antiguo Testamento (por ejemplo fue igual con el profeta Elías),
y era esto un símbolo del arrepentimiento...
Sermón: Juan el bautista y su sobrenatural ministerio.
Nos dice Mateo
3:1-2 “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de
Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
A) El profeta Juan el bautista fue un enviado de
Dios para anunciar a Jesucristo. Éste siervo de Dios
nace
6 meses antes que el Señor Jesús, y su propósito fue disponer los corazones de
la nación de Israel para la aparición del Mesías. La Biblia también nos enseña
que Juan el bautista tuvo un nacimiento con varias señales.
Juan era hijo de Zacarías el sacerdote y por
lo tanto podía formarse como sacerdote en Jerusalén también. Ésta ciudad era la
principal en Israel, allí llegaban multitudes, estaban las autoridades eclesiales,
sin embargo Juan el bautista ejercía el ministerio en el río Jordán predicando
y bautizando.
Éste profeta tuvo
que enfrentar
a Herodías, cuyo nombre quiere decir: heroína, campeona, grande. Era una mujer
de carácter prepotente, altiva, soberbia, manipuladora, abandonó a su esposo
para contraer matrimonio con su cuñado.
B) Juan predicaba la importancia de los frutos
dignos de arrepentimiento. La Escritura nos
enseña que el Reino de Dios repele y rechaza la religión, por
eso nos dice Mateo 3:7-8 que: “Al ver él que muchos de los fariseos y de los
saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os
enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento”. La verdadera vida espiritual va mucho más allá de las
palabras.
Debemos tener presente aquí que las serpientes huyen del fuego, fariseos y saduceos habían aprendido a vivir de manera religiosa e hipócrita, sin dar el debido valor y respeto al fuego del Espíritu Santo, y más bien se acercaban con estas cosas al fuego del juicio del Señor.
Arrepentirse es vital para entrar y disfrutar
el Reino de los cielos. En éste pasaje podemos ver que el Espíritu Santo apremia
al arrepentimiento, es esto también una cualidad del ministerio profético, y
cuando recibimos ese llamado del Señor es cuando empezamos a vivir lo nuevo de
Dios.
aquí en éste pasaje podemos ver dos clases de fuego: el fuego de la condenación (juicio eterno) y el fuego del Espíritu Santo de Dios, el primero hace referencia al sufrimiento eterno y el segundo se refiere a la obra poderosa del Espíritu Santo en cada cristiano.
C) La obediencia del Señor Jesús. El Maestro nos enseña
la importancia del diseño de Dios y cómo se sometió a éste. Jesús reconoció el
ministerio de Juan en el río Jordán. Vemos entonces a Jesús actuar por amor a
su Padre Celestial, en obediencia y dice el pasaje: “para cumplir toda
justicia”. Entonces era necesario que el Señor Jesús activara las bendiciones y
planes de su Padre mediante su obediencia. Vemos los poderosos resultados de la
obediencia del Señor:
Los cielos se abren,
Hay nuevos niveles en el Espíritu de Dios,
Se oye la voz de Dios,
Se afirma la identidad como hijo de Dios,
Se confirma la revelación de la paternidad de
Dios.
Reflexión final: Dios siempre nos
habla (a través de diversos medios) para que sigamos Su voluntad. Él desea derramar
cada vez más de su gloria y poder sobre sus hijos, él espera nuestra obediencia.
Persevera y rinde tu corazón a Dios. Él viene con bendición.
Te invitamos a leer el sermón: "POR QUÉ DEBEMOS VOLVER A LA PALABRA DE DIOS".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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