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Sermón: Puedes confiar en Jesucristo, él te ayudará.
El Señor Jesús siempre
aparece en el momento preciso, veamos lo que nos dice Juan 21:4 “Cuando ya iba
amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los discípulos no sabían que
era Jesús”. Recordemos que los discípulos habían estado pescando toda la noche
y no tenían ni un solo pescado.
El pasaje bíblico nos
dice que “cuando iba amaneciendo” probablemente cinco o seis de la mañana “se
presentó Jesús”, los discípulos quizá volvían desanimados. Ellos “no sabían que
era Jesús” pero la mirada del Señor estuvo cuidando de ellos aquella noche.
El Señor Jesús en la
Biblia tiene muchos títulos y uno es “Sol de justicia”, ellos no sabían que era
Jesús pero allí apareció, así que no importa cuán oscura, difícil y fría esté
la noche, nuestro Sol de Justicia aparecerá y brillará con todo su poder y gloria,
y él transformará nuestra crisis en victoria.
Sin duda alguna, la
presencia del Señor siempre marca la diferencia, lo vemos aquí en: Juan 21:5-6 “Y
les dijo: Hijitos ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo:
Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya
no la podían sacar, por la gran cantidad de peces”.
Podemos ver la gran
diferencia entre “toda la noche que no
pescaron nada” Juan 21:3 y “cuando echaron una sola vez la red y encerraron
gran cantidad de peces”, concluimos entonces que sólo basta seguir la dirección
del Señor Jesús y los resultados serán los mejores.
Al ser testigos de los
milagros de Dios debemos acercarnos más al Señor. Nos dice Juan 21:7-8 que “Aquel
discípulo a quien Jesús amaba” refiriéndose a Juan, le dijo a Pedro: “es el
Señor”, era Juan quien se recostaba en el pecho de Jesús (y esto representa
comunión íntima con Dios) y fue quien lo reconoció. Esto nos recuerda que la
comunión con Dios nos hace sensibles a su presencia y dirección.
La palabra de Dios nos
dice que el apóstol Pedro se vistió, no quería presentarse sin estar cubierto
ante el Señor; y este suceso nos recuerda nuestro futuro encuentro con Él,
recordemos que Adán cuando se presentó ante el Señor se cubrió con hojas de
higuera que de nada sirvieron, nosotros nos presentaremos ante Dios pero en
ésta ocasión revestidos de la justicia en Cristo Jesús, pues sólo su perfecta
obra en la cruz os libra del juicio.
Es muy importante tener
en cuenta aquí que en este lago, el Señor Jesús hizo dieciocho de los treinta y
tres milagros registrados; y él sigue haciendo milagros.
La palabra de Dios nos dice que Pedro “se lanzó al
mar” y creo que quería llegar primero a ver a su Maestro, valoró más la
presencia de su Señor que las bendiciones y los milagros. Siempre la presencia
de Dios será más valiosa que todos los bienes y tesoros del mundo.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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