Introducción: En ciertos tiempos de crisis e
incertidumbre podemos vernos tentados a hacer lo que la mayoría de la gente
hace, pero esto no garantiza el respaldo de Dios. Lo más correcto que podemos hacer
es ir a la presencia de Dios y pedir su dirección, y él misericordioso y fiel
nos dará su dirección. Como cristianos debemos procurar seguir a Dios, él sabe
muy bien lo que hace…
Es fundamental seguir a
Dios. Éxodo 13:21.
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a
fin de que anduviesen de día y de noche”.
Aquí podemos ver que el Señor dirigía a su pueblo de acuerdo al tiempo.
Nos dice que de día los guiaba a través de una columna de nube. El término
“guiarlos” se traduce de la palabra hebrea “nakja” que además quiere decir:
pastorear; entonces ser pastoreados por Dios es ser dirigidos por él.
Nos dice también que en la noche les alumbraba con una columna de
fuego, aquí “alumbrar” se traduce de la palabra hebrea “or” que además
significa: iluminar, dar luz. Recordemos que uno de los símbolos del Espíritu
Santo es el fuego, y Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo”, y esto es un gran
contraste con el reino de las tinieblas.
Esto nos recuerda que Dios desea guiarnos con su luz para que no tropecemos,
ni seamos presa de los poderes del reino de las tinieblas. Es pues fundamental seguir
a Dios.
Podemos concluir que así como en aquella época el Señor se expresaba
como nube o como fuego según fuera el tiempo, es necesario hoy día depender de él
y desarrollar un corazón sensible a su dirección. Con frecuencia podemos pensar
que Dios está tardándose, pero esto es un error, él sabe muy bien cuando hacer
sus cosas y ese es sin duda el mejor tiempo.
Dios quiere que su pueblo
avance y persevere. Éxodo 13:21.
Nos dice al final del versículo veintiuno: “a fin de que anduviesen de
día y de noche”. Había calor en el día y mucho frió en la noche, pero era Dios
mismo su cobertura y protección, de manera que debían avanzar sin detenerse.
Seguramente nos encontraremos con dificultades en el camino, y obstáculos por
superar pero no debemos renunciar ni volver atrás. En Dios siempre hallaremos
nuevas fuerzas.
Debemos destacar el versículo veintidós. “Nunca se apartó” la cobertura
y presencia de Dios con ellos, todo el tiempo el Señor caminó con Israel. En
muchas ocasiones Israel se quejó, murmuró, deseó volver atrás, se rebelaron,
etc, pero Dios nunca los desamparó, ni los dejó perdidos en el desierto. Lo más
importante es seguir a Dios.
Dios es fiel a su palabra, y él había prometido llevar a Israel a la
tierra prometida. En el camino sucedieron muchas cosas, y la infidelidad de su
pueblo fue notoria, pero la fidelidad de Dios permanece para siempre. No se
trata de nuestros méritos, sino de Dios mismo, él no miente y cumple lo que
promete. Sólo sigue a Dios y te ira bien.
Seguramente a veces pensamos que las fuerzas se acaban, que nos hay más
opciones, que todas las puertas se cierran, o que Dios no nos oye, pero él nos
recuerda hoy que siempre está a nuestro lado y que por eso debemos continuar,
la tierra de tu bendición está un poco más adelante, entra en Su presencia y
renueva tus fuerzas, tu visión, tu fe y tu esperanza, Dios va delante de ti y
te bendice con su presencia y respaldo. Sigue a Dios y él nunca te decepcionará.
Conclusión: Dios quiere guiarnos al lugar de nuestra bendición. Procuremos su dirección
y consejo, permitamos que su palabra ilumine nuestro camino y todo saldrá bien.
Adelante. Dios está contigo.
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