Dios
restaura y sana nuestro corazón. Génesis 45:1-5, 13-15 “No podía ya José contenerse delante de todos los
que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de conmigo a todos… Entonces se
dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios… Y dijo José a sus hermanos: Yo
soy José: ¿Vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle…
Entonces dijo José
a sus hermanos: Acercaos ahora a mí… Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano el
que vendisteis para Egipto. Ahora pues, no os entristezcáis, ni os pese de
haberme vendido acá; que para preservación de vida me envió Dios delante de
vosotros” Génesis 45:1-5.
José vivió experiencias dolorosas y
decepcionantes, situaciones que fueron provocadas por sus propios hermanos, por
sus autoridades (Potifar y su esposa), amigos (el copero que se olvidó de él),
etc, pero él siguió viviendo con temor de Dios, él siguió creyendo que el Señor
haría grandes cosas en su vida, como se lo había dicho en sueños.
Aquel joven un día se convirtió en gobernador
de Egipto, y ante siete años de sequía sus hermanos tuvieron que venir a
comprar grano a Egipto. Inicialmente José no se dio a conocer como su hermano,
pero aquí vemos que abre su corazón y les cuenta quien es él.
José decidió perdonar a aquellos que le habían
ofendido, ellos habían herido su corazón pero José decide perdonar. Para
perdonar es muy importante ponernos en los zapatos de los demás, pues la gente
que hiere y lastima a otros, es porque han sido lastimados y no han podido
superar su dolor.
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José abrazó a sus hermanos, lloró con ellos y
los perdonó. Debemos destacar lo que la Biblia nos dice al final del versículo
15: “y después sus hermanos hablaron con él”, pues nos recuerda que mucho antes
“ellos no le podían hablar pacíficamente” pero ahora la relación ha sido sanada
y pueden hablar con amor.
José era segundo en el imperio egipcio, era el
gobernador del imperio, pero necesitaba su corazón sanidad y libertad de sus
heridas y dolor causado por sus hermanos antes.
No importa quién te haya
lastimado es necesario perdonar para sanidad del corazón y para el éxito en tu
vida, Dios quiere bendecirte y darte lugares de privilegio. Él desea cumplir en
ti sus poderosos y maravillosos planes.
Quizá
por diversas situaciones en los años pasados o presentes nuestro corazón pudo
haber recibido semillas de maldad, como la del rechazo, la de la muerte, la de
la inmoralidad sexual, etc, pero permitamos a Jesús sanar nuestro corazón y
arrancar esas malas semillas de nuestra vida, pidamos al Señor que siembre y
deposite en nuestro corazón su amor y su buena voluntad.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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Buen día amado pastor Dios le bendiga gracias x sus hermosos sermones me son de gran ayuda espiritual saludos desde honduras.Dios los bendiga.amen
ResponderEliminarMuchas gracias Jose Adan por tu valioso comentario. Dios bendiga tu vida y familia.
Eliminarsolo nuestro Dios puede tranformar las vidas de nostros los serea humanos y nos ase sensible a los demas no importa.la situacion creerle es lo unico que nesesitamos amen pastores Dios los bendiga siempre
ResponderEliminarMuchas gracias Luis por tus valiosos comentarios. Dios te bendiga.
EliminarGracias Pastor por este edificante mensaje. Bendiciones. Saludos desde Totonicapán, Guatemala C.A.
ResponderEliminarMuchas gracias José Emilio por tu apoyo y por tus palabras. Dios bendiga tu vida y familia.
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