(El poder de Dios supera todo obstáculo). Introducción: No podemos evitarlo, todo camino tiene obstáculos por superar, incluso el camino de la fe. Es más, estos obstáculos son herramientas divinas que nos ayudan a crecer en la fe y en la dependencia de Dios.
La oposición y los obstáculos son superados por el poder de Jesucristo nuestro Señor, por eso ante una dificultad acudamos a Dios para ver su gloria manifestarse a nuestro favor...
El poder de Cristo supera todo obstáculo:
Marcos 2:16 “Y los escribas y fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?”.
1) En primer lugar no podemos ignorar la oposición del enemigo. Después de Jesús llamar al Leví, cobrador
de impuestos, viene a la casa de éste para participar de un banquete que Leví
le ha preparado, además ha invitado a muchos de sus compañeros de trabajo es
decir, cobradores de impuestos también.
Podemos ver, según el versículo
dieciséis, que en la casa de Leví, además de “publicanos y pecadores” estaban
también allí escribas y fariseos, pero su actitud era muy diferente, por no
decir opuesta a la de los publicanos y pecadores. Esto nos permite recordar que
el diablo busca continuamente mecanismos para desanimar a los hijos de Dios.
Los escribas y fariseos llenos de enojo,
envidia, orgullo, e impulsados por su espíritu religioso, empiezan a criticar
lo que el Señor Jesús estaba haciendo, es decir, lo cuestionan porque comía con
publicanos y pecadores (esta actitud se ve mucho hoy día también, pues hay
personas que siempre están criticando o calumniando la obra de Dios).
2) En segundo lugar: Cuidado con la semilla de la discordia. Los escribas y fariseos hablaron en
primer lugar con los discípulos del Señor Jesús: “dijeron a los discípulos…
¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?”.
Entonces no sólo estaban
menospreciando a Leví, a los publicanos y pecadores, sino que además intentan
indisponer a los discípulos contra su Maestro. Recordemos que la Biblia nos
dice en Proverbios 6 que “Dios aborrece al que siembra discordia entre los
hermanos”. Más bien, debemos buscar a Dios para que sea su carácter el que se manifieste en nosotros
3) En tercer lugar, debemos ver las cosas como Dios las ve. Aunque los escribas y fariseos
menospreciaron a este grupo de “publicanos y pecadores”, pero el Señor Jesús no
sólo les llevó salvación y perdón, sino que de ellos levantó un gran hombre de
Dios.
Leví luego fue llamado Mateo, llegó a
ser uno de los doce apóstoles del Cordero, escritor del evangelio según San
Mateo, según registros de la historia, predicó por más de quince años en Judea,
y luego fue un apóstol misionero que llevó el evangelio del reino por otras
naciones, como Etiopía y Persia. El poder de Cristo supera todo obstáculo.
Todo esto nos recuerda que no hay
nada difícil para Dios. El Señor no menosprecia, no rechaza a nadie, él busca
corazones dispuestos s seguirlo y a hacer su voluntad. No se trata de cuan
buenos somos, sino de la gracia y poder de Dios en Cristo que puede hacer grandes
cosas con nosotros.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Tú eres el que me sacó del vientre; el que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre" Salmo 22:9.
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