miércoles, 24 de febrero de 2021

Fortalece tu vida en Dios

Sermón: Fortalece tu vida en Dios.

 

 

 

Por naturaleza de su misma creación, el ser humano necesita adorar; por eso, en el mundo podemos ver muchas religiones y expresiones religiosas, diversas prácticas espirituales, métodos y filosofías; todas estas procuran explicar a Dios y cómo alcanzarlo. Pero es la Biblia, el manual de instrucciones para acercarnos a Dios y conocerlo. 

La palabra de Dios nos enseña de manera contundente, que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida; sin él no hay acceso al reino de Dios, no es posible sin Jesús entrar en la presencia divina, y es ésta el más grande tesoro y mayor riqueza que cualquier persona pueda llegar a tener.    

Las Sagradas Escrituras nos dicen en el Primer Libro de Samuel 4:5 “Y aconteció que, como el arca del pacto de Jehová vino al campamento, todo Israel gritó con tan grande júbilo y estruendo, que la tierra temblaba”. 

En la Biblia el arca del pacto de Jehová, representa o es símbolo de la presencia de Dios; y cuando fue traída al campamento de batalla, todo el ejército de Israel gritó lleno de alegría, de tal manera que la tierra temblaba.   

El ejército de Israel tenía toda su confianza en el poder de Dios, ellos sabían que el Señor pelearía por ellos (así había sido en el pasado, y muchas eran sus victorias). 

El contexto de este pasaje bíblico nos enseña, lamentablemente, que aquel día el ejército de Israel perdió la batalla contra los filisteos ¿Por qué sucedió eso? El pueblo de Dios se había alejado de la verdadera presencia del Señor, su poder no estaba con ellos, y concluyeron que al traer el arca del pacto, Dios les daría la victoria.

 

 

 

Creo, que algo parecido pasa con nosotros, cuando religiosamente pensamos que Dios nos ayudará en todo; pero, esa ayuda y respaldo viene cuando caminamos en su voluntad y dependemos de su dirección y presencia.          

Este suceso, nos recuerda la importancia de valorar y cuidar la presencia de Dios; debemos buscar su rostro aun medio de la dificultad o de los tropiezos de la vida, pues sus brazos siempre están abiertos a toda persona que con sinceridad y humildad le busca. 

No debemos confiar en nosotros mismos, ni en nuestra capacidad o fortaleza, nuestra verdadera capacidad y fortaleza viene de Dios; por eso, procuremos su presencia y dirección, es así como caminaremos en bendición y victoria.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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