Prédica: El Espíritu Santo en nuestra vida es fundamental.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de los Hechos 9:17 que “Y Ananías fue y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, le habló diciendo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció en el camino por donde venías, es el que me ha enviado para que sea restaurada tu vista, y recibas la llenura del Espíritu Santo”.
Como nos enseña la Biblia, Ananías fue sensible y obediente, él llegó a la casa donde estaba Saulo de Tarso, y le dijo: “He sido dirigido por el Señor para que recibas la vista y para que seas lleno del Espíritu Santo”. Debemos destacar, que Saulo de Tarso ya había tenido un encuentro con el Señor Jesús; sin embargo, para el plan de Dios era fundamental que él recibiera el poder del Espíritu Santo.
Más adelante, el mismo apóstol Pablo bajo la inspiración divina dijo: “No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu Santo”, según la Carta a los Efesios 5:18.
Este pasaje nos enseña que somos vasijas o recipientes en los que el Señor deposita su Santo Espíritu. Debemos recordar que el aceite es uno de los símbolos del Espíritu Santo, y Dios quiere llenarnos de su poderoso y sobrenatural aceite.
Es muy interesante observar, las palabras usadas en el libro de los Hechos 9:15 “Instrumento escogido me es éste”, pues el término “instrumento” es traducido de la palabra griega “skeus”, que además quiere decir: vasija, cerámica, recipiente.
Y Saulo de Tarso, quien llegaría a ser el apóstol Pablo debía ser “lleno del Espíritu Santo”; esto nos enseña que somos vasijas o recipientes en los que Dios quiere derramar su Santo Espíritu, esto genera poderosos resultados, se ve claramente en el caso de Ananías y Pablo.
La palabra de Dios nos enseña que el mismo Señor Jesús antes de comenzar su ministerio fue lleno del Espíritu Santo en el bautismo que se realizó en el río Jordán; Saulo de Tarso antes de comenzar su servicio a Dios fue lleno del Espíritu Santo, y Cristo mismo antes de enviar a los doce apóstoles por el mundo les dijo:
“Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis testigos hasta los confines de la tierra”.
La obra de Dios es única, sobrenatural,
poderosa y experimenta la oposición de las tinieblas, es por eso que el Señor
ha enviado su Santo Espíritu para equiparnos y llevarnos en victoria. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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Con la fuerza de Dios podemos vencer
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