miércoles, 10 de noviembre de 2021

Jesucristo transforma nuestros corazones

Reflexión: Jesucristo transforma nuestros corazones.

 

 

 

La palabra de Dios, específicamente en los evangelios, nos  muestra a Juan, discípulo del Señor Jesús, quien se destacó por su carácter irascible, y en  muchas ocasiones severo y egoísta. En fin, muy parecido a muchos de nosotros.   

Es interesante, por ejemplo, recordar aquí que el Maestro a Juan y a Jacobo (quienes eran hermanos) los llamó: “hijos del trueno”; lo que de por sí ya nos muestra su manera de ser. Sin embargo, por su temperamento el Señor no los desechó, por el contrario los transformó con su poder y amor, y los usó poderosamente. 

En las Sagradas Escrituras, podemos leer que en varias ocasiones el Señor Jesús les llamó la atención, y esto debido a la rudeza en su trato con sus semejantes. A pesar de todas estas cosas, el Señor no los rechazó, ni los descalificó; más bien, con misericordia y paciencia siguió trabajando en sus vidas. Asunto que nos recuerda la imagen del alfarero con el barro.  

Siempre debemos tener en cuenta algo muy importante, y es que todo lo que Dios hace, lo hace con amor y siempre de acuerdo a sus maravillosos planes.   

Como nos enseña la palabra del Señor, este discípulo llamado Juan, hombre de carácter recio, fue finalmente transformado en un siervo de Dios lleno del amor de Cristo. Esto queda en evidencia al leer pasajes escritos por él, como por ejemplo:   

“Amados, amémonos unos a otros; pues el amor es de Dios. Toda persona que ama, es nacida de Dios, y conoce a Dios. Pero, la persona que no ama, no ha conocido de Dios; pues Dios es amor. Amados, si Dios nos ha amado de esa manera, nosotros también debemos amarnos los unos a los otros”, según la Primera Carta de Juan 4:7-8, 11. 

Podemos leer y ver que aquel Juan, severo, dominante, y quizá agresivo de los evangelios, no es el mismo Juan de las epístolas del Nuevo Testamento y del libro de Apocalipsis, más bien, vemos a una corazón comprensivo, lleno del amor de Dios, y que procura que todos sigan el camino y ejemplo del Señor Jesús.    

Aquel discípulo vivió un poderoso proceso de transformación, y el “hijo del trueno” vino a ser “el apóstol del amor”. La historia registra que el apóstol Juan terminó su vida sirviendo a Dios en la iglesia de Éfeso, y que seguramente estuvo pastoreando y dirigiendo las iglesias de Asia. 

Así, como el Señor Jesucristo transformó el carácter de este hombre, puede transformar nuestro carácter, y hacer de nosotros vasijas poderosas en sus manos para la gloria de su nombre.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

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4 comentarios:

  1. Gracias pastor ,me gustó está hermosa reflexion

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    1. Dios bendiga tu vida y toda tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario.

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  2. Respuestas
    1. Gracias por tus palabras, son muy importantes para nosotros. El Señor Jesucristo bendiga tu vida y toda tu casa.

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