jueves, 23 de diciembre de 2021

Invita a Jesús a tu casa

Sermón: Invita a Jesús a tu casa.

 

 

 

Texto bíblico: Juan 2:1-11 “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: Que tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora. 

Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y Estaban ahí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.

 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de donde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron él”. 

En nuestra vida surgen eventos y motivos que nos alegran, y sean por poco o mucho tiempo esas alegrías se acaban, y nuestro corazón vuelve a sentir la insatisfacción; además también acontecen hechos que traen tristeza y dolor a nuestro corazón. La verdad es que “Donde está Jesús no falta nada”. 

1) Lleva tu necesidad a Cristo. 

En el pasaje que leemos se relata que se celebraba una boda, lo cual significa que había mucho regocijo, y toda la atención sin duda, se centraba en ese acontecimiento. 

Lejos estaban de imaginarse los invitados y los festejados, que el Hijo de Dios estaba ahí entre ellos; y como nos sucede  sin conocer al Señor o  conociéndole aún, dice el pasaje que se les acabó el vino, así también a nosotros sin conocerle no tenemos alegría verdadera y conociéndole, cuando quitamos nuestra mirada de él, vienen momentos en los que perdemos el gozo y la motivación de vivir en esta tierra. 

Sin embargo, en el versículo uno  se nos enseña que María sí sabía quién era Jesús y le expuso la necesidad que había surgido en aquella hora; así también nosotros reconozcamos quien es Jesús, dice el versículo uno del capítulo uno de Juan que “en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo. 

Cristo es el Dios verdadero, y su oído está atento a nuestras oraciones, no dudemos en buscarle y exponerle lo que hay en nuestro corazón.

 

 

 

2) Deposita tu confianza en Jesus. 

En el versículo cinco se narra que María les dijo a los que servían: “haced todo lo que él os dijere”. Esa indicación denota confianza en Jesús. Puede ser que tu corazón esté tan dolido que hayas decidido no volver a confiar en nadie, pero Jesús no te defraudará jamás. 

Dios recompensa al que le cree; creer en Dios significa que tu estarás confiado y no te pondrás a discutir sobre el modo de hacer su obra, aunque te parezca ilógico, sigue las indicaciones que Dios te dé, las encontrarás en su palabra, las oirás en oración, te hablará como él quiera. 

Él es maravilloso y te ama más que nadie en esta vida; por eso, debes confiar en él, pues fue capaz de dar su vida por ti, para salvarte, para restaurarte y bendecirte. 

Conclusión: Para concluir, quiero decirte que si invitas a Jesús a morar en tu corazón y lo reconoces como tu único Señor y Salvador, él cambiará tu destino ya no irás por el camino de muerte, irás en el camino de la vida, y tu final será en su reino. 

Y tú que ya estás en este hermoso camino, cuando te sientas triste o sin fuerzas para continuar,  abre tus ojos y mira que él está contigo todos los días y recobra fuerzas, gózate en él, sigue confiando en él, porque las recompensas  que tiene para ti son  eternas y preciosas. 

Con su presencia nuestro ser se renueva y nuestra familia florece y se fortalece

“Él hace nuevas todas la cosas”… Apoc. 21:5. A través de una oración, con tus propias palabras, invita a Jesús, a morar en tu corazón, como el único Señor y Salvador de tu vida. A nuestro señor Jesucristo sea la gloria por los siglos de los siglos.   (Escrito por Yesenia Aguilar – Editado por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

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2 comentarios:

  1. Que hermosa enseñanza pastor. Dios lo bendiga mucho . Aprendo mucho con sus mensajes . Gracias . Feliz Navidad

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  2. Gracias Dios le siga dando sabiduría.

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