Reflexión: Esperar en la justicia de Dios
Mat.4: 24-25 y Mat. 5: 1 “Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán”.
Cap. 5 de Mateo verso 1 dice: “Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos”.
Cuando Jesús comienza su Ministerio, el pueblo de Israel estaba sediento de la presencia de Dios, era un tiempo en el que había demasiada opresión espiritual y física, pues Israel estaba subyugado al imperio romano, imperio en el cual operaba el mal; por lo que cansados de las injusticias que sufrían, anhelaban un libertador.
Algunos de ellos se organizaban, y se armaban con la intención de liberarse de los romanos, y otros, en su gran mayoría esperaban el cumplimiento de la promesa de Dios, que les enviaría al Mesías.
De modo, que cuando ven que Jesús haciendo milagros que ningún otro ha podido hacer, y también cuando lo escuchan hablar, oyen que sus palabras no son de un hombre común, él habla con autoridad, y sus palabras traen consuelo; lo identifican como un Profeta o Maestro que podría llegar a ser el libertador que tanto han estado esperando.
Entonces, comienzan a seguirle en
grandes multitudes con la esperanza de hacerle rey, pero con una perspectiva
únicamente terrenal.
1) Visualizando el propósito de Dios.
Las necesidades y los problemas más difíciles, muchas veces son las que nos llevan a buscar y seguir a Jesús; no obstante, en el transcurso de nuestra relación con el Señor, eso cambia, y llegamos a amarle y seguirle porque entendemos que él es nuestro Dios y Padre, y que su anhelo va más allá de suplir nuestras necesidades, sino que desea regocijarse en una armonía perfecta con cada uno de nosotros.
Los discípulos de Jesús al igual que toda la multitud deseaban ser liberados del imperio romano, pero en ellos había una gran diferencia, y es que han podido descubrir que el Ministerio de Jesús no se trata únicamente de algo terrenal, sino que hay algo más que trasciende a lo eterno, y ya no van en pos de él por conseguir un milagro, sino que le aman y se gozan de estar con él.
Entre más cerca estamos de Jesús, le conocemos y confiamos más él, nos convence más de su amor y también crece nuestro amor por él.
2) El esfuerzo nos capacita para ir más allá de lo común.
Algunas veces el lugar de encuentro con Jesús es en el huerto, en ese lugar secreto, donde puedes descansar y solo es él contigo; pero otras veces el lugar de encuentro con Jesús, será en un monte alto, lo cual supondrá un esfuerzo extra, pero también recibirás bendiciones espirituales y materiales extraordinarias.
Los discípulos se esforzaron para subir
a la montaña, iban con la meta de llegar a donde Jesús estaba, y al llegar, la
mirada de Jesús se posa sobre ellos, y reciben
una enseñanza, que superaba las expectativas de la multitud que le seguía.
Enseñanza, que además los prepararía para llevar a cabo la misión que se les confiaría de la predicación del evangelio para salvación de las naciones de toda la tierra; sin que los detuviera nada, ni siquiera la persecución futura que iban a padecer, aunque en ese momento no lo sabían, pero el Señor sí lo sabía, y quería enseñarles a esperar en la justicia de Dios.
Hoy en la actualidad el pueblo de Israel es un Estado libre y soberano, porque la justicia de Dios lo ha permitido así; y eso es solo sombra de lo que vendrá, pues el mismo Dios reinará en Israel, y gobernará toda la tierra.
Conclusión: El Reino de Dios, abarca los cielos y la tierra; y nuestro mayor tesoro es tener paz y comunión con nuestro Padre, a través de su Santo Espíritu por la gracia del Señor Jesucristo, él quiere que aprendamos a descansar en él, confiando en su justicia y misericordia, y que también seamos valientes y esforzados, para hacer su obra.
Todo lo que hacemos para su reino, no
lo hacemos en nuestras propias fuerzas sino el poder su Espíritu, y trae grandes
victorias espirituales, y como consecuencia grandes bendiciones también aquí en
la tierra, por eso su palabra nos dice: “Mas
buscad primeramente el Reino de Dios, y su justicia, y todas las demás cosas,
os serán añadidas”. (Escrito por
Yesenia Aguilar – Editado por Pastor Gonzalo Sanabria).
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Buenas tardes, he descargado la Biblia d las Americas y veo con sorpresa q sólo tiene en nuevo testamento. Q pasa con la otra parte, cómo la adquiero completa? Muchas gracias.
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