jueves, 24 de diciembre de 2015

UNGIDOS POR DIOS

Introducción: Es interesante ver que en el Antiguo Testamento antes de ejercer su oficio el rey era ungido, el profeta y el sacerdote también. Desempeñar un servicio eficaz y que glorifique a Dios requiere la unción del Espíritu Santo. 

Por eso antes de impactar el mundo conocido Jesús dijo a sus discípulos: “Recibiréis poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos”. También nos recuerda la Biblia: “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza”. La unción de Dios te hace eficaz para desarrollar una tarea sobrenatural que honre Su nombre…     




UNGIDOS POR DIOS

La unción capacitó a Bezaleel y Aholiab para hacer una obra única (el tabernáculo en el desierto), los otros podían ayudar pero ninguno podía hacer lo que ellos hacían. 

La unción o poder de Dios nos hace más efectivos en el llamado o servicio. Vemos el resultado de un trabajo ungido y donde todos se complementaron, pues sirvieron a Dios desde los dones que cada uno había recibido, ellos construyeron un hermoso tabernáculo que glorificó a Dios. Tengamos en cuenta que fue construido en el desierto, lo que nos recuerda que cuando tenemos el respaldo de Dios podemos hacer su voluntad a pesar de los obstáculos o adversidades.

La unción es la esencia del poder del Espíritu Santo manifiesto sobre una persona.

Cuando el Señor Jesús se presenta en la sinagoga de Nazaret, iniciando su ministerio, lo hace enseñando el pasaje del profeta Isaías: “el Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para…”. 





Estos son apartes o fragmentos de nuestro nuevo libro, puedes adquirirlo en: “EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU SANTO”.

Escrito por Gonzalo Sanabria para Estudios y sermones. Autorizado para ser publicado en Mensajes y sermones para predicar


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