jueves, 11 de mayo de 2017

Jesús salva mi familia

Jesús salva mi familia
Introducción: Dios ha prometido que por nuestra fe la familia llegará a sus pies. Por eso no podemos renunciar a nuestra oración ya que “el oído de Dios no se ha cerrado para escuchar ni su mano se ha acortado para salvar”. Sigue orando y confiando en la obra del Señor, él responde al clamor de sus hijos, y responderá salvando y trasformando nuestra familia…  

Jesús salva mi familia con su poder 


Y ella dijo: Sí, Señor, más los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora” Mateo 15:27-28.

En este pasaje bíblico podemos ver el intenso y perseverante clamor de una madre por su hija. Ella ruega al Señor Jesús por un milagro, sin embargo el Maestro en primera instancia permanece callado, luego le dice que él ha venido a los hijos de Israel (esta madre no era israelita, ella era sirofenicia). Esta  mujer no renuncia a su ruego ante Jesús. Es entonces una muestra de perseverancia en la fe.
Esta mujer pudo haber ofendido al Señor Jesús pensando: “no me responde, y ahora me contesta de un modo incorrecto”, a pesar de todo continua clamando por la situación de su hija, ella persevera y lucha por el milagro. Ver la gloria de Dios en nuestra familia no es fácil, pero en Dios podemos estar confiados. Persevera, no renuncies, no te sueltes de la mano de Dios y él hará maravillas en tu casa.

Es necesario fortalecer la fe confiando en el Señor hasta el final. Podemos ver que el Maestro exaltó la fe de esta madre, ya que la Escritura dice que él le dijo: “grande es tu fe”. Entonces la fe grande es la que confía y ama al Señor, aún en los momentos más complicados y difíciles.
La Biblia nos dice que el Señor Jesús le dijo: “hágase contigo como quieres” y la hija recibió aquel milagro. Podemos reflexionar aquí: ¿Qué deseamos para nuestros hijos? El pasaje nos dice: “y su hija fue sanada desde aquella hora”, entonces la fe que persevera logra ver la obra poderosa de Jesús en nuestra vida y familia. Por eso mediante la fe, amor y perseverancia veremos la gloria de Dios en casa.
Conclusión: Debemos tener presente que nuestros hijos son de y para Dios, y aunque las tinieblas intenten hacerles daño el plan de Dios prevalecerá. Creamos en el Señor y digamos confiados en su poder: “Yo y mi casa serviremos al Señor”. Gracias Jesús por hacer tu maravillosa obra en nosotros.


Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.


Jesús salva mi familia. 

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