Introducción:
En cierta ocasión el Señor Jesús llegó a una sinagoga para predicar. Debemos
tener en cuenta que a la sinagoga sólo entraban judíos y no judíos pero
convertidos la ley. Había allí una mujer judía y encorvada que había ido a
adorar a Dios, había seguramente muchas sinagogas en aquel tiempo, pero en ésta
en particular estaba el Señor Jesús para impartir sanidad, el poder de Dios
transforma las cosas…
Sermón: Jesús rescata nuestra vida.
Nos dice Lucas
13:10-11 que “Enseñaba Jesús en una sinagoga en día de reposo; y estaba allí una mujer que desde hacía
dieciocho años tenía un espíritu de enfermedad, y ella andaba encorvada, y en ninguna manera podía
enderezarse”.
Vemos a una mujer piadosa, ella estaba en aquella sinagoga
adorando al Señor, lamentablemente sufría una penosa enfermedad. Nos dice la
Escritura que hacía dieciocho años ella “tenía espíritu de enfermedad” (recordemos
que ésta mujer era judía, estaba bajo el pacto, era descendiente de Abraham, y
asistía fielmente a las reuniones en la sinagoga), pero aquel espíritu de
enfermedad la afligía.
Ésta mujer trataba de llevar una vida normal, tal
vez intentó ayudarse de alguna manera, pero este temas era de naturaleza espiritual
(es importante tener en cuenta que no todas las enfermedades tiene un origen
demoniaco, pero sin duda el Señor Jesús es sanador de todas ellas).
La Biblia nos dice que ésta mujer andaba encorvada físicamente (ella
no podía enderezarse de manera natural), vemos entonces que aquella condición espiritual
se notaba en lo natural (“encorvada”). No podemos ignorar tampoco que su vida familiar
y social, y por supuesto espiritual estaba siendo afectada por esa situación,
ya que para muchos ella estaba bajo maldición.
Es muy interesante ver que la figura encorvada puede representar además una carga que se lleva y su peso es tal que doblega las fuerzas de la persona (aquí hacemos referencia a heridas, crisis, miedos, angustias, resentimientos, frustraciones, etc, cosas que no se entregan al Señor y por tanto generan fatiga y desgaste en la persona).
La Biblia nos dice que finalmente aquella mujer fue sanada por el Señor Jesús: “Cuando Jesús la vio, la llamó y le
dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y
ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios” Lucas 13:12-13. El Señor siempre obra
a favor nuestro. Podemos ver al detalle que Jesús hizo varias cosas: “la vio”,
“la llamó”, “le dijo” y “la tocó”. Son acciones donde vemos el cuidado de Dios
por sus hijos.
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Tal vez ésta mujer no era importante para las personas allí, pero el Señor Jesús la vio; probablemente nadie le tuvo en cuenta, pero el Señor Jesús la llamó; a lo mejor pocas personas le hablaban, pero el Señor Jesús le dijo; podemos también concluir que hacía muchos años su esposo no la tocaba, y tal vez su familia no la abrazaba, pero el Señor Jesús la tocó.
Es muy importante aquí tener presente que tú eres
un(a) hijo(a) de Dios y siempre él estará pendiente de tu vida. El Señor Jesús desea
que levantes tu cabeza y avances en victoria. El pasaje bíblico nos enseña que
“ella se enderezó y glorificaba a Dios”; entonces por 18 años sus ojos miraron hacia
abajo, al suelo, su aflicción era de gran peso, pero ella “se enderezó”, ésta
palabra “enderezar” se traduce del griego “anorthoo” que significa además: Reconstruir, restaurar. Jesús
restauró la vida de ésta mujer.
Probablemente su condición no le permitía fluir en
una adoración poderosa en la presencia de Dios, pero ahora experimenta un nuevo
nivel en su adoración, otro nivel de presencia de Dios, cosas nuevas que antes
no había tenido, ella recibe liberación en su alma, en su espíritu e ingresa a una
nueva libertad de adoración.
Conclusión: El Señor Jesucristo sigue
siendo el mismo, y desea tocarte, restaurar tu vida, tu adoración. No sé qué pueda
tenerte con la cabeza abajo, pero sin duda en Cristo esta la solución y
victoria. Acércate a él y deja que actué en tu vida con libertad.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer el sermón: "UN CORAZÓN APASIONADO POR DIOS".
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Que gran bendición es escuchar todas estos milagros de nuestro salvador. Pastor uste también es una bendición para todo aquel que lee estos mensajes. Y que el señor lo bendiga en su ministerio.
ResponderEliminarMuchas gracias Jaime por tus valiosas palabras. Cada mensaje que ustedes nos dejan es muy importante para nosotros. Gracias y bendiciones.
Eliminarbs tardes pastor,me encantan los mjes cortos y muy graficos facil de comprender Dios lo bendiga
ResponderEliminarMuchas gracias Cristal por dejarnos tu comentario. Dios te bendiga.
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