Sermón: Dios bendice el corazón adorador.
La palabra de Dios nos alienta y
exhorta a adorar al Señor en todo tiempo. Por ejemplo, nos dice la Escritura
que cuando el apóstol Pablo estaba prisionero con Silas en la cárcel de Filipos
por predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, estaban en el calabozo
de más adentro (seguramente la celda más oscura, fría e incómoda), y estando
allí con los pies en el cepo y sus espaldas heridas por haber sido azotados
varias veces, levantaron su adoración a Dios:
“A medianoche Pablo y Silas, comenzaron
a cantar a Dios y los presos de allí los oían… entonces de repente sobrevino un
gran terremoto, y al instante se abrieron las puertas y las cadenas de todos los
prisioneros se soltaron” según el libro de los Hechos 16:25.
Como podemos ver, nuestro poderoso
Dios manifestó su poder y gloria a favor de sus hijos, es muy significativo ver
que el Señor lo hizo ante la adoración del apóstol Pablo y del profeta Silas, pues
nos recuerda esto el poder de la alabanza que se levanta a Dios con fe y
expectativa por la gloria del Señor.
Debemos, como hijos de Dios, tener
siempre presente que cuando el panorama que tenemos por delante es difícil y
complicado, es muy importante depositar nuestra confianza en Dios, y adorar,
pues la adoración fortalece y levanta el corazón del cristiano por encima de
sus adversidades y obstáculos.
Como nos enseña la Escritura misma,
la adoración a Dios tiene la virtud de abrir los cielos, recordemos que cuando
el pueblo de Israel enfrentaba a sus enemigos, y se postraba en adoración, era
la misma presencia de Dios la que se manifestaba para pelear por ellos, el
Señor defendía a su pueblo y derramaba abundancia de bendiciones sobre sus
hijos.
Es interesante, recordar además que
el rey David fue un adorador que Dios mismo bendijo, respaldó y honró de manera
especial. Esto nos recuerda, que Dios honra y bendice a sus adoradores.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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