lunes, 24 de junio de 2024

Derrotando los poderes de la muerte

Estudio bíblico: Derrotando los poderes de la muerte 

sábado, 8 de junio de 2024

El poder del perdón para ser sanados

Sermón: El poder del perdón para ser sanados


Introducción: Hay muchas cosas que facilitan a los espíritus inmundos venir a causar aflicción, ruina y enfermedad a los hijos de Dios. Es fundamental discernir estas cosas para arrepentirnos y desechar toda maldad, derribando así la autoridad del enemigo para recibir y disfrutar las bendiciones del Señor.  

1)  Significados de la palabra “perdón”. Efesios 4:30-32.    

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”, Efesios 4:30-32.

La palabra “perdón” en este versículo se traduce del término griego “carisomai”, que además quiere decir: Liberación. Enviar afuera o expulsar. Otorgar un favor de modo incondicional. El perdón es una decisión personal; es renunciar al rencor, resentimiento, amargura o ira hacia la perdona que nos ofendió o lastimó; también se renuncia al reclamo de castigo para el otro.   

2)  Heridas profundas y sellos del alma. Salmo 102:4-5.      

Salmo 102:4-5 “Mi corazón está herido, y seco como la hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan. Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne”. 

En el caso de este texto, podemos ver las condiciones en las que queda una persona que experimenta las heridas en su corazón: Sequedad (no hay fluir del agua viva, E.S. - “Seco”: heb. Yabesh: Avergonzado, desilusionado. La salud desfallece (no come). Pierde masa muscular. Enfermedades. Experimenta pérdidas de manera integral).

Estas heridas surgen en diversos momentos de la vida. En el seno familiar en el que crecimos, sucedieron muchas cosas buenas y malas, y aún desde el vientre. En la infancia y adolescencia ocurren también experiencias traumáticas cuyo impacto es tan fuerte que determinan a la persona. A pesar de la conciencia propia en la juventud y adultez, no sólo pecamos voluntariamente, sino que podemos sufrir las heridas ocasionadas por otros.

Específicamente las heridas más profundas son las ocasionadas por nuestra propia familia, los padres (impulsados por las heridas provocadas por sus propios padres, convirtiéndose esto en un círculo vicioso), por el cónyuge, por los hijos, etc.  Además de las autoridades. El rey David no sólo fue rechazado por su padre Isaí de Belén, también fue traicionado por varios de sus propios hijos.



Los sellos del alma. Me refiero a marcas o huellas que son identificadas por los espíritus inmundos para afligir y lastimar a una persona. Nosotros hemos sido sellados por Dios a través del Espíritu Santo: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”, Efesios 4:30, viniendo esto a ser un sello de Dios.     

Leamos 2 Timoteo 2:19 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y, Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.

El texto nos dice que somos conocidos por Dios, y se habla de un sello o marca; seguidamente se nos encomienda apartarnos de iniquidad, pues ésta viene a ser un sello del enemigo. Cuando existe una iniquidad generacional, el enemigo tiene autoridad para afectar a la descendencia; pues un sello indica propiedad, derecho legal.

El reino de las tinieblas también usa sus sellos o marcas, recordemos que la Biblia nos habla por ej, de la marca de la bestia. También sobre Caín Dios puso una señal o marca. Y en Apocalipsis se nos dice que los 144.000 tienen un sello, y por eso, no serán dañados en la tribulación.  Los sellos son señal de propiedad, autoridad, identidad.

Veamos un caso: Génesis 38:24-25 “Sucedió al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo”.  

En este caso, vemos que se pudo identificar la persona mediante el sello, el cual vino a ser la ruta para llegar a él. De igual modo, el enemigo sigue ciertas marcas, traumas sellos en la persona para saber cómo y en quien actuar.

Las heridas o traumas, es decir, el resentimiento o falta de perdón, según este estudio, son como marcas o sellos que los espíritus inmundos reconocen, y les autorizan (sello: propiedad) para afligir, arruinar y causar enfermedades.        



3)  El resentimiento (rencor) y las enfermedades.  

Según nos enseña Mateo 18, la falta de perdón permite a los verdugos afligir a la personas espiritualmente y físicamente. Los verdugos vienen a ser espíritus inmundos que producen enfermedades y tormentos cuando hay resentimiento en el corazón de una persona. Nos dice la Biblia: “Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”, Mateo 18:34-35. 

El Libro de Amós 1:11 “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente le ha guardado rencor”. (Vemos, además, un rencor familiar generacional).

Edom, descendientes de Esaú, siempre odiaron a Israel. El texto nos enseña que el castigo (o juicio) está en función de cuatro pecados:

a)  “Persiguió a espada a su hermano”.    b) “Violó todo afecto natural”.

c)   “Le ha robado siempre”.  d) “Perpetuamente le ha guardado rencor”. 

En el N.T. nos dice 1 Corintios 13:5 “el amor no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”. 

Aquí la palabra rencor se traduce del término griego “kakos”: Mal, daño. Repugnante. Pestilente. En Apocalipsis 16:2, el término acompaña la expresión: “úlcera maligna y pestilente” (juicio [llaga] sobre quienes tenían la marca o sello de la bestia). 

Recordemos que las úlceras a nivel del sistema digestivo afectan el cerebro, por la relación estrecha entre ciertas secciones del intestino y el cerebro. Esto hace que la persona tenga mayor tendencia a la depresión y a la ansiedad. 

La palabra guardar se traduce del griego “logizomai”, que además quiere decir: Tomar en cuenta. Contar. Hacer inventario. Cargar a la cuenta de.

“No guarda rencor” se traduce en otras Biblia como: “No toma en cuenta el mal”. 

Marcos 11:24-26 “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”. 

Como podemos ver, mediante el perdón se quita lo que pueda estar estorbando el perdón del Señor y la respuesta de Dios a tu clamor. Desecha el resentimiento y toda clase de rencor, esto facilitará la manifestación del poder de Dios a tu favor, sanando y liberando tu vida; así como, fortalecerá tu relación con el Padre celestial.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).


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