(El Espíritu Santo nos
ayuda en toda dificultad). Introducción: Muchas veces puede pasar que nos
sentimos mal o vivimos frustración porque no logramos lo que anhelamos, o
porque no tenemos lo que deseamos, esto se debe a que vivimos en función de
nuestros deseos.
Pero la Biblia nos enseña
que fuimos creados y redimidos por la sangre de Jesús, no para nosotros mismos,
sino para hacer la voluntad de Dios. Esto no significa ausencia de dificultades,
pero el Espíritu Santo ha sido enviado para ayudarnos y equiparnos para vencer. Veamos entonces este importante estudio:
El Espíritu Santo nos ayuda en toda dificultad.
Filipenses 1:19 “Porque sé que por vuestra oración y por la
suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación”.
Es muy importante tener en
cuenta aquí que cuando el apóstol Pablo escribe estas palabras él estaba preso
en una cárcel en Roma por predicar el evangelio del Señor Jesús. Desde allí
escribe una carta a la iglesia de Filipos, y es interesante ver que en esta
carta el apóstol aunque estaba preso, da ánimo y aliento a sus hermanos que
estaban en libertad y podían predicar.
1) En primer lugar vemos que el
apóstol Pablo destaca la oración que la iglesia de Filipos hacía por él para su
liberación y confiado en que aquella oración sería escuchada por Dios, les
expresa que sería liberado (cosa que ocurrió y por lo cual pudo estar en Roma
predicando algunos años más).
2) En segundo lugar Pablo destaca
la obra del Espíritu Santo de Dios a su favor. En este caso lo presenta como el
“Espíritu de Jesucristo” título que destaca la obra del Espíritu Santo dando
testimonio de la persona y obra del Señor Jesús para perdón de pecados y salvación
de los hombres.
3) En tercer lugar el apóstol
usa una palabra que llama la atención, Pablo utiliza la palabra “Suministración”
para señalar la obra del Espíritu a su favor. Esta palabra aparece en otras versiones
bíblicas, como: ayuda, asistencia, provisión, sustento.
Aunque el apóstol Pablo estaba en la cárcel, el Espíritu Santo fue su
provisión y sustento, fue su ayuda y compañía todos los días que allí estuvo.
Esta experiencia de Pablo nos
recuerda que Dios nunca desampara sus hijos, él nunca se olvida de sus siervos,
y aunque el tiempo por el que pasemos sea duro y difícil él nunca nos
abandonará ni nos desamparará. Dios es fiel y tiene cuidado de cada uno de sus
hijos.
También cabe recordar aquí
que el mismo apóstol Pablo más adelante (en la 2ª de Timoteo 4) narra cómo
algunos hermanos lo habían desamparado en la cárcel durante su segundo
encarcelamiento, pero el Señor siempre estuvo a su lado y le dio fuerzas para
que se cumpliera el propósito de Dios en él. Jesús ha prometido estar con
nosotros todos los días hasta el fin y él siempre cumple su palabra.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
- El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra dificultad -
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