domingo, 3 de junio de 2018

Recibe lo que Dios tiene para ti


Introducción: No podemos ignorar las maquinaciones del enemigo, y una de sus intenciones es arrebatar o impedir que las bendiciones de Dios para sus hijos no se hagan realidad. Sin embargo el poder de nuestro Dios es mayor y sus planes se cumplirán porque fieles son sus promesas...


Recibe lo que Dios tiene para ti

El ser humano lucha con estructuras emocionales y mentales que impiden aceptar las bendiciones y honra que vienen de Dios (2 Samuel 9:5-8):

“Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?”

Comentario 1: En esta porción podemos ver algunas fortalezas que se oponen o estorban la bendición que viene de Dios:  

a) La desesperanza llega a ser tan profunda como un oscuro pozo de donde la persona no sólo no puede salir, sino que es tan oscuro que no ve solución probable a su triste condición. Es necesario aquí creer que el Señor es poderoso para cambiar un desierto en tierra fértil. Todo es posible para Dios.   

b) El miedo. El rey David le dijo “No tengas temor” seguramente sus manos temblaban o sus ojos delataban su miedo, a lo mejor esperaba una condena por parte del rey, o quizá una venganza por ser nieto del rey Saúl quien ferozmente persiguió al rey David. El miedo es un imán para las desgracias, siempre espera lo peor; en contraste la fe atrae y genera las bendiciones de Dios sobre sus hijos.

c) Una autoestima equivocada. De sí mismo Mefi-boset dice “soy un perro muerto”. Es importante tener en cuenta aquí que para la mentalidad judía un perro era un animal inmundo, y también llamaban perros a los que no eran hebreos pues los consideraban impuros. Entonces llamar a alguien perro no era sólo un grave insulto, sino que indicaba que no era pueblo de Dios.

Además decir “perro muerto” significaba que valía menos que nada. Así se veía Mefi-boset y esa visión no le permitía creer que el rey lo quería bendecir, esa visión de sí mismo lo llevo a vivir muy mal, y por supuesto no se consideraba parte del pueblo de Dios aunque era hijo del príncipe Jonatán y nieto del rey Saúl.  




Comentario 2: Una identidad equivocada o tergiversada por los traumas de la vida hace que cometamos muchos errores, por el ejemplo el niño consentido en exceso puede llegar a ser un delincuente o el corazón abusado y lastimado quizá nunca alcance las bendiciones de Dios ni sus planes por cuanto no se cree digno.

Sin embargo la Biblia nos enseña que no se trata de nosotros, sino de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Es su sangre derramada la que nos limpia de pecado y es su poder el que sana el corazón quebrantado. Dios quiere darnos muchas cosas más, pues el corazón del Padre Celestial es mucho más grande que el corazón del rey David.

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Conclusión: Es necesario vernos como Dios nos ve, Jesús pagó el más alto precio por nuestra salvación (su sangre) y el Padre nos ha dado su Espíritu Santo para que sepamos todas las cosas que él nos ha concedido en Cristo. Somos hijos de Dios en Cristo, reyes y sacerdotes para Dios su padre, instrumentos poderosos en sus manos, permitamos al Señor restaura todo nuestro ser y caminemos en su voluntad y propósito.


Te invitamos a leer otros que bendecirán tu vida:






(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria). 





Escrito originalmente para predicas cristianas escritas (15jun20-17) - Autorizado para publicarse en: Mensajesysermonesparapredicar.blogspot.com.co 

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