Introducción: Nunca Moisés deseó volver a
Egipto mientras caminaban por el desierto hacia la tierra prometida.
Lamentablemente el pueblo de Israel si lo hizo una y otra vez.
La diferencia
estuvo en que Moisés le creyó a Dios, y ante la crisis o ante el obstáculo lo
que hacía era acudir a la presencia del Señor, allí recibía dirección divina y
fortaleza para seguir adelante en el plan de Dios. Él es nuestro escudo,
refugio y fortaleza...
Dios renueva tus
fuerzas.
Los planes de Dios
son superiores a los del ser humano. Éxodo 19:1-6.
“Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los
hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y como os tomé
sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis pido a mi
voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro… y me seréis un
reino de sacerdotes y gente santa”.
Dios no sólo dio libertad a Israel de la esclavitud
egipcia, sino que ahora revela sus planes con ellos. No sólo les dará la tierra
de la abundancia, sino que ellos serán un pueblo especial sobre todos los
pueblos de la tierra, y de hecho los llama “Mi especial tesoro” mostrando no
sólo su alto valor, sino el gran cuidado que tendrá por su pueblo. Además hará
de ellos un reino de sacerdotes y gente santa.
Al acogernos a Cristo y por la fe ser descendientes
de Abraham, nos dice la Biblia que Jesús nos hizo reyes y sacerdotes para Dios
su Padre. Además nos dice la Escritura que somos real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios.
Entonces el Señor, como en el Antiguo Testamento, no
sólo nos liberó de las tinieblas, sino que nos dio el honor y privilegio de ser
reyes y sacerdotes para él.
Hay una expresión que debemos destacar: “Os tomé
sobre alas de águilas, y os he traído a mí”. El águila vuela a gran altura, es
majestuosa, valiente, y protege con ferocidad sus polluelos.
Cuando deben a prender a volar, la madre en algunas
ocasiones toma a uno de sus hijos y lo lleva sobre sus alas y en cualquier
momento gira haciendo que el polluelo caiga, y éste debe aprender a mover su
alas para volar, y en caso de necesidad el águila vuelve y los recibe en sus
alas.
Dios nos dice que Israel estaba naciendo como pueblo,
y por eso los llevó sobre alas de águila. Así como los polluelos tienen el
diseño para volar e ir a grandes alturas, Dios ha diseñado que sus hijos
cumplan grandes planes. El Señor no diseñó las águilas para las jaulas, ni para
estar en el suelo. Ellas viven y vuelan a grandes alturas.
Es muy importante entonces tener en cuenta nuestro
diseño, pues esto determina nuestro camino. Es fundamental tener presente
nuestro diseño, pues esto determina la altura a la que llegaremos.
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vida:
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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