Introducción: Dios en el Edén les dijo a Adán y a Eva “No comerán del
árbol del bien y del mal, porque el día que lo hagan ciertamente morirán”, a
pesar de las advertencias que Dios mismo les hizo en persona, ellos decidieron
desobedecer. Las consecuencias fueron dolorosas y tristes en gran manera,
porque Dios siempre tiene la razón.
Cuando seguimos el camino de Dios vida y bendiciones serán nuestra
cosecha. Por eso el Señor dijo:
“Si oyes mi voz y guardas mis mandamientos y los pones por obra, te
exaltaré, múltiples bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, bendito serás
en el campo, en la ciudad, bendito el fruto de tu vientre, de tus ganados, de
tu tierra, bendita tu canasta, tus enemigos serán derrotados, el Señor
bendecirá tus graneros y todo aquello en lo que pongas tu mano, y te hará Dios
sobreabundar en bienes” Deuteronomio 28:1-11.
Tu obediencia es bendición para tu casa.
1) Obediencia en tiempos difíciles. Génesis 6:22.
“Y lo hizo así Noé; hizo
conforme a todo lo que Dios le mandó”.
Como bien sabemos en aquella época la maldad de los hombres era mucha en
la tierra y los pensamientos de su corazón eran de continuo al mal, según Génesis 6:5. Sí es en la mente
donde se desarrolla todo el proceso de pensamiento ¿por qué la Biblia nos dice
“los pensamientos de su corazón”?
Porque en el idioma hebreo la palabra “pensamiento” se traduce del
término “leb” que involucra sentimiento, voluntad e intelecto.
La tierra estaba corrompida, llena de violencia e inmoralidad, entonces
Dios decide enviar el diluvio. Pero había un hombre justo, recto, íntegro y
caminaba con Dios (Génesis 6:9), aquel hombre se llamaba Noé; y a él Dios le
encarga hacer un arca para ser librado del diluvio de aguas que el Señor
enviaría.
Sería salvo él y su familia, así como muchos animales. También debía
tomar de todo alimento y almacenarlo en el arca para el sustento de ellos y de
los animales. Nunca había llovido, y nunca nadie había hecho una construcción
como esa.
Era sin duda, un desafío creer y hacer lo que Dios le estaba diciendo.
Pero recordemos que Noé caminaba con el Señor, y esa amistad le permitió
conocer a Dios y él sabía, por tanto, que el Señor no miente, Dios es fiel.
Por eso nos dice la Biblia en Hebreos 11:7 “Por la fe Noé, cuando fue
advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el
arca en que su casa se salvase”.
Y Noé hizo el arca y todo lo que Dios le mandó, lo hizo conforme el Señor
le dijo que lo hiciera. Su obediencia no sólo lo salvó a él y a toda su
familia, sino a muchos animales. Pero lo más importante es que el plan de
salvación seguiría adelante, pues la simiente de donde vendría el Salvador se
conservó en medio del juicio.
2) Sigue las instrucciones de Dios y verás su poder a tu favor. Génesis 6:13-16.
“Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí
que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás
aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
Y de esta manera la
harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su
anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás
a un codo de elevación por la parte de
arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y
tercero”.
Con frecuencia podemos caer en el
error de cuestionar los mandamientos e instrucciones del Señor, y hasta
considerar que sus tiempos no son los adecuados. De hecho algunas cosas que
Dios hace pueden ser adjudicadas al diablo; por ejemplo cuando el Señor Jesús
sanó a un endemoniado los fariseos dijeron “este echa fuera los demonios por
Beelzebú, príncipe de los demonios”.
En contraste, cuando decidimos
creerle a Dios y a sus palabras y seguimos sus instrucciones somos bendecidos y
podemos ver su respaldo a nuestro favor. Por ejemplo Dios le dio las
instrucciones a Noé respecto a la construcción del arca.
Como podemos ver en la Escritura Noé
debía construir un arca de tres pisos; con una ventana y una puerta para
comunicarse con el exterior; y sus medidas (convertidas al metro actual) era de
155 metros de longitud, 26 metros de ancho y 15 metros de altura.
La cantidad de madera era muy grande,
así como la brea, y sin duda, el trabajo era mucho y el tiempo que se tomaría
hacer esto tardaría bastante (y más sabiendo que no encontraría ayuda sino sólo
en su familia, pues la generación impía de su tiempo no creía sus palabras).
Pero Noé obedeció.
Según nos deja ver la Biblia la
construcción del arca se llevó cabo en cien
años aproximadamente, tiempo durante el cual Noé predicó acerca del juicio
divino, predicación que no fue atendida por la generación de aquel tiempo.
Pero quiero destacar el tiempo que
aquel proyecto se llevó, el trabajo de Noé y de toda su familia, la
perseverancia hasta terminar el arca, y luego organizaron todas las cosas como
Dios dijo, ellos obedecieron al Señor, y lograron ver el arca terminada.
Las cosas no se dan según nuestros
tiempos sino según los tiempos de Dios, y debemos aprender a perseverar en sus
caminos y confiar en que él cumplirá su palabra en su tiempo y a su manera.
Gózate haciendo la voluntad de Dios, él es quien se encarga de los
resultados.
3) Dios instruye a Noé para entrar en el arca. Génesis 7:1-5.
“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa
en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De
todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales
que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.
También de las aves
de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie
sobre la faz de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre
la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra
a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová”.
Dios le habla a Noé para que entre en
el arca él con su familia, y le manifiesta la razón: “porque a ti he visto
justo delante de mí en esta generación”. La conducta de Noé no era agradable ni
aprobada por las personas de aquella época, y seguramente por eso era rechazado
y calumniado; pero su vida y caminar en la tierra era agradable a Dios y eso es
lo más importante.
Debe tomar siete parejas de todo
animal limpio, macho y hembra, y de los que no son limpios sólo una pareja ¿Por
qué el término “limpios”? la palabra hace referencia a los animales aptos para
ser presentados en ofrenda de sacrificio a Dios, y por eso debía tomar siete
parejas, para que al tomar de ellos para el sacrificio al Señor no se
extinguiera su especie.
Es interesante que en el versículo
cuatro nos habla del número cuarenta, cuando dice el Señor: “haré llover
cuarenta días y cuarenta noches”, pues el número cuarenta representa prueba. Es
inevitable, seremos probados, pero así como Noé superó aquel tiempo, nosotros
con la ayuda de Dios también superaremos nuestras pruebas y obstáculos.
El versículo cinco nos dice: “E hizo
Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová” esto es obediencia. La Biblia está
llena de promesas de bendición para aquella persona que obedece a Dios. La
obediencia funciona como un imán que atrae las bendiciones sobre el obediente.
Dios se complace en la obediencia de
sus hijos: 1 Samuel 15:22 “Y Samuel dijo: ¿Se
complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a
las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y
el prestar atención que la grosura de los carneros”.
Aquí la palabra “obedecer” se traduce
del término hebreo “shamá” que además significa: oír, escuchar, atender. “Shamá”
aparece unas 1.160 veces en la Biblia, y podemos ver en esta alta cifra un
llamado continuo de Dios al hombre a seguir su camino para salvación y
bendición.
Ya que “obediencia” en la Biblia se
traduce del hebreo “shamá” y éste significa: oír, escuchar y atender, nos
invita a preguntarnos ¿qué tanto escuchamos a Dios? Noé tenía un oído afinado
para escuchar la voz del Señor, hoy día Dios nos ha dado su Espíritu Santo, él
hoy nos habla a través de su testimonio en nuestro corazón, mediante su paz, también
mediante su palabra.
Así como hay que invertir tiempo para
aprender a hablar un nuevo idioma (inglés, francés, italiano, etc), es
necesario invertir tiempo para a hablar con Dios y aprender su idioma.
A veces es difícil obedecer a Dios,
es cierto, a Jesús le pasó, lo vemos en el huerto de Getsemaní, cuando decía el
Señor “Padre, pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”
y entonces Dios le envió un ángel del cielo para fortalecerlo.
Nosotros debemos hacer lo mismo, es
decir, ante la tentación y las pruebas debemos fortalecernos en Dios, entrar en
la presencia del Señor y él nos fortalecerá, confiados en su palabra que dice:
“No dará mi pie al resbaladero ni se dormirá el que me guarda”.
4) En el tiempo de Dios Noé sale del arca. Génesis 8:15-18.
“Entonces habló Dios
a Noé, diciendo: Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus
hijos contigo. Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de
bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y
vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra. Entonces
salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él”.
El total de días que duró el diluvio fue de cuarenta días, pero las
aguas permanecieron sobre la tierra ciento cincuenta días y tardaron en
quitarse otros ciento cincuenta días, más los días que esperó Noé enviando
primero un cuervo y luego la paloma, suma en total trescientos setenta días
(desde que entraron hasta volver a salir).
Durante 370 días Noé y su familia estuvieron dentro del arca, ellos
tuvieron que esperar todo ese tiempo hasta que el agua se retirara de la
superficie de la tierra. La verdad es que con frecuencia somos impacientes, deseamos
que todo se dé rápidamente, pero la Biblia nos enseña que es necesario aprender
a esperar y caminar en los tiempos de Dios.
Durante aquel tiempo Noé y su familia (370 días) en el interior del arca
se ocupaban de tareas como alimentar a los animales, hacer labores de mantenimiento
al arca, escuchaba la familia a Noé hablar de las palabras de Dios (pues ellos
estaban viendo que todo era verdad, Dios había cumplido y seguramente querían
saber más).
Dios a través de su palabra nos enseña que el afán, la ansiedad y las
preocupaciones son enemigos de la fe; por eso la Biblia nos dice: “Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias” Filipenses 4:6.
Finalmente Noé y su familia salieron del arca, sanos y salvos para
seguir adelante en el plan de Dios para sus vidas. Noé por su fe y
perseverancia salvó a su familia del diluvio. Nuestra familia no se va a
perder, pidamos a Dios su obra en nuestra casa y en nuestros hijos, él es fiel
para hacer mucho más de lo que pedimos y
entendemos.
Conclusión: Procura la presencia de Dios y deja que él haga su obra, poco a poco vas
a comprender lo que inicialmente no entendías. Decide obedecer a Dios,
fortalécete en él, sigue su consejo y su camino, él te llevará al destino de tu
bendición.
Y si has desobedecido al Señor, éste es el momento para acercarse en
oración al trono de su gracia y la poderosa sangre de Jesús te limpiará, el
amor de Dios te cubrirá y el poder del Espíritu Santo vendrá sobre ti para
fortalecerte y así avanzar y vencer, porque esa es la voluntad de Dios para tu
vida.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
.
Bendiciones en este dia y que reine la paz para todo el mundo,feliz tarde...y pa lante.
ResponderEliminar