martes, 15 de octubre de 2019

Dios es quien te levanta y te bendice

Introducción: Dios es todopoderoso, él es el creador de los cielos y de la tierra. Dios tiene el poder para transformar, para restaurar y para restituir lo que se ha perdido. Podemos ir a Dios con nuestra vida hecha pedazos y él repara la vasija que se ha quebrado.

Cuando no hay esperanzas y creemos que ya no hay nada por hacer, él Señor se manifiesta con su poder y hace sus poderosos milagros. Cuando nadie cree que Dios puede hacer grandes cosas, él lo hace para su gloria.     

Dios es quien te levanta y te bendice.

1) ¿Quién era Rahab? Josué 2:1   

Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí”.

Como nos dice el texto bíblico ella era una ramera (prostituta). De origen cananeo y por tanto pertenecía a un pueblo idolatra, ellos adoraban a Baal, Asera, Istar, etc. Rahab tenía una casa posada en la misma muralla de la ciudad de Jericó.  

La palabra “ramera” se traduce del término hebreo “Zaná” que significa: cometer adulterio, fornicar, prostituir. Hace referencia esta palabra a la antigua práctica de vender su cuerpo por dinero.

Por tanto, siendo fieles al significado del término bíblico, no era una mujer que posiblemente tenía una posada para los visitantes o extranjeros de paso, ella practicaba la prostitución.  

La ciudad de Jericó pertenecía al reino amorreo; por la violencia, inmoralidad e idolatría de sus habitantes, la ciudad había sido condenada por Dios a la destrucción y esa orden se la dio el Señor a Josué y a su ejército. De manera que Rahab estaba viviendo en una ciudad bajo la condena de Dios.

Debemos tener en cuenta que el contexto nos enseña que los espías van a morar aquella posada buscando donde pasar la noche, no buscando tener un encuentro intimo con Rahab. Además estaban allí para reconocer la tierra y buscaban alguna información adicional sobre aquella ciudad.      

Debemos tener presente que el significado de su nombre, “Rahab” significa: arrogancia, orgullo, violencia, escándalo. Quizá esto tenía que ver con su carácter, pero el Señor tuvo de ella misericordia y por su fe en Dios ella fue una mujer transformada.

No importa cuál haya sido nuestro estilo de vida, ni que tan difícil sea nuestro temperamento, cuando nos acercamos a Dios poderoso es él para transformar nuestra vida, y hacernos semejantes a él. 

(Nota: Te invitamos a adquirir gratis nuestro nuevo libro: “La revelación de Jesucristo según Apocalipsis 1”. Promoción del 15 al 19 de octubre 2019. Estudio bíblico detallado de la manifestación de Cristo a Juan en la isla de Patmos, un estudio que fortalecerá tu fe en el Hijo de Dios y en su obra redentora. Adquiere sin costo alguno este libro aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO).        


  2) La fe de Rahab la salvó a ella y a su familia. Hebreos 11:31.

Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”.

Rahab no pereció con los desobedientes por su fe, más bien recibió en paz a los espías enviados por Josué. Su fe la llevó a actuar de manera valiente, pues el rey de Jericó solicitó que los sacará de su casa y los entregará: Josué 2:2Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra”.

Sin duda, se requiere valentía y fe para no obedecer al rey y ponerse del lado de los hebreos, arriesgando la vida. La fe nos hace valientes, en contraste, la incredulidad nos hace débiles, por eso dice la Biblia: “Por la fe Rahab no pereció”.      

Rahab escondió a los dos espías entre manojos de lino en el terrado (sin duda esto fue una sorpresa, pues al ser una mujer que vendía su cuerpo, se hubiera ganado una buena recompensa por entregarlos al rey de Jericó, esto fue una evidencia de su fe), y antes de que se durmiesen los espías esa noche ella subió a hablar con ellos revelando su fe en Dios y en su poder: Josué 2:10-14

hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros… y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos… a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón… porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura… Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad”.  

Esta mujer expresa que había escuchado las hazañas de Dios con su pueblo, todos en Jericó estaban llenos de temor ante la avanzada del Dios de Israel, pero ella al tener allí a los espías revela su fe en Dios a quien reconoce como “Dios en los cielos y en la tierra”.    

Ruega misericordia por su vida, por su familia y por todo lo que tienen, y espera recibirla así como ella ha tenido misericordia de ellos (ella salvó la vida de ellos, ahora ellos deben salvar la suya). Esto nos recuerda que todo lo que sembremos, eso cosecharemos.

Los espías finalmente aceden a ese acuerdo, y prometen salvar la vida de ella y de su familia, y le piden que guarde aquel asunto en silencio. Ella intercedió por los suyos y su fe los salvó a todos, la única casa que no cayó fue la de Rahab. No dejes de orar por tu familia, Dios hará en ellos su poderosa obra.     

3) Tu pasado no tiene que determinar tu futuro.

Dios tiene el poder de transformar nuestra vida, y con su poder podemos hacer de nuestro mañana un futuro de bendición y victoria. No tienes porque creer y pensar que naciste para el fracaso. Eres un plan poderoso de Dios, no importa que haya pasado, Jesucristo tiene el poder para transformar todas las cosas.      

Por ser ramera seguramente era una mujer señalada, rechazada socialmente, quizá para muchos era objeto de burla, etc. Empezó a escuchar acerca del Dios de los hebreos, y esa fue la semilla inicial, Dios comenzó a trabajar en su corazón.    

Como resultado de su fe en Dios y por el pacto con los espías ella fue salvada de la destrucción de la ciudad y fue bendecida en la tierra de Israel: Josué 6:25

Más Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó.

Como nos dice la Biblia Josué salvó la vida de Rahab, la familia de su padre y todo lo que tenía, y habitó entre los israelitas.     

Ella no volvió a ejercer la prostitución. Recordemos aquí que en la ley dada por Dios a su pueblo en el libro de Deuteronomio 23:17-18 dice: “No haya ramera de entre las hijas de Israel… No traerás la paga de una ramera a la casa de Jehová tu Dios”.

Además la palabra “habitó” en Josué 6:25 se traduce del término hebreo “yashab” que además quiere decir: permanecer, establecerse; no indicando o señalando continuidad en su conducta inmoral.


Rahab cambio su estilo de vida en Israel, ya no estaba viviendo más en una ciudad bajo la condenación de Dios, ni en un pueblo destruido, sino en medio de un pueblo escogido y bendecido por el Señor.    


Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario