En ningún momento Dios nos desampara

Sermón: En ningún momento Dios nos desampara.

 

 

 

La palabra de Dios nos enseña que debido a la predicación del evangelio del Señor Jesucristo, el apóstol Juan es desterrado a la isa de Patmos. En aquel difícil lugar, Dios cuidó de su siervo, tanto que lo visitó para darle una de las más grande revelaciones de las Sagradas Escrituras. Ten presente: En ningún momento Dios nos desampara.   

La Escritura nos dice según el Libro de Apocalipsis: “Yo Juan, hermano vuestro, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la perseverancia de Jesucristo, me encontraba en la isla de Patmos, debido a la predicación de la palabra de Dios y el testimonio de nuestro Señor Jesucristo”, según Apocalipsis 1:9. 

A la luz de este pasaje bíblico, debemos tener en cuenta varios detalles que son muy importantes: 

a) La avanzada edad del apóstol Juan, pues cuando él tiene este encuentro con el Señor era un anciano, él tenía aproximadamente noventa años de edad cuando recibió la revelación del Apocalipsis.   

b) Según registra la historia, el apóstol vive hasta los noventa y seis años, muere pastoreando la iglesia de Éfeso. Entonces, podemos concluir que para el Señor es más importante un corazón dispuesto, que la edad misma. Debemos tener en cuenta que, según la Biblia, Dios llamó a muchos siervos siendo de edad avanzada. 

c) Toda la gloria le pertenece a Dios, y él no desecha nadie, él toma lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los sabios, él toma a los débiles para avergonzar a los fuertes. Nadie puede jactarse en su presencia, ya que todo lo que somos y podemos hacer, es por su gracia y misericordia.   

 

 

 

d) No podemos concluirlo con total certeza, pero el apóstol Juan estuvo en aquella isla dos años aproximadamente. La isla de Patmos es volcánica, sus árboles son pocos, es un terreno rocoso y con pocos cultivos en el tiempo actual. Recordemos que en aquellos tiempos existió una fuerte persecución contra la predicación del mensaje de Jesús. 

e) En medio de aquellas difíciles y adversas circunstancias, el Señor cuidó de su siervo, lo visitó dándole la mayor revelación que Juan había recibido en toda su vida. Esta palabra no era sólo para él, sino para toda la humanidad, el maravilloso Libro de Apocalipsis. 

En ningún momento Dios nos desampara, el Señor Jesús tuvo cuidado de Juan en aquella remota y difícil isla, y allí lo visitó. Aunque el panorama sea complicado y áspero, recuerda que el Señor tiene sus ojos sobre ti, nunca te dejará ni te desamparará.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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