miércoles, 31 de julio de 2024

El poder de Dios está por encima de todo

El poder de Dios está por encima de todo

Génesis 37:23-24, 28 “Cuando llegó José a sus hermanos, le quitaron la túnica de colores que tenía, y le echaron en la cisterna, pero la cisterna estaba vacía, sin agua… y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José, y le vendieron por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto”.

En la historia de la vida de José, hijo de Jacob, podemos ver varias enseñanzas para nosotros. En este capítulo, sus hermanos planean matarlo, pero finalmente deciden venderlo como esclavo. Como vemos en el texto bíblico, despojaron a José de su valiosa túnica de colores que le había regalado su padre (Génesis 37:3-4). Por tal motivo sus hermanos lo odiaban, pues Jacob amaba a José más que a sus otros hijos, podemos ver como un resentimiento no sanado puede llegar a ser más fuerte que el amor de familia; eran sus hermanos y planearon matarlo.

José es arrojado por sus hermanos a una cisterna (depósito subterráneo para almacenar el agua que se juntaba cuando llovía, o procedente de vertientes), el texto nos dice literalmente: “pero la cisterna estaba vacía”, cuan significativo es éste “pero”, pues vemos como la mano de Dios está protegiendo su propósito. No era una casualidad que la cisterna estuviera vacía, era parte del plan del Señor, José estaría en la cisterna (vacía) por un corto tiempo; pues recordemos que en Salmos 121:3 dice: “No dará mi pie al resbaladero, ni se dormirá el que me guarda”.

Después de un tiempo allí, aparecen los madianitas mercaderes y José es vendido por sus hermanos por veinte piezas de plata y su corazón es herido y lastimado profundamente, las heridas mas doloras son las causadas por nuestros íntimos, aquellos de quienes no se esperaría una traición, esta escena nos recuerda que también Jesús fue vendido por uno de sus discípulos, Judas Iscariote, por eso podemos ir a él, pues nos entiende perfectamente y con su ayuda podemos sanar toda herida de nuestro corazón.

Estos ismaelitas llevaron a José a Egipto. En medio de todas estas circunstancias estaba la mano de Dios, a pesar de que Josué fue llevado como esclavo, estuvo en la casa de un general egipcio, administrando su hacienda con la gracia de Dios.

Durante este tiempo, José estaba siendo formado y capacitado para ser el segundo en el imperio egipcio y ser un gran instrumento de bendición para miles de personas, incluyendo a su padre y a sus hermanos que tiempo atrás lo habían rechazado y traicionado.

Conclusión: Podemos pasar tiempos adversos y difíciles, pero Dios nos forma y capacita para algo mucho mayor, los propósitos del Señor están diseñados para salvación y bendición de muchos, es por eso que las tinieblas se oponen, procurando dañar a los hijos de Dios, pero la palabra de Dios prevalece, el Señor fortalece, guarda y protege a sus hijos, requiriendo de nosotros perseverancia ante las dificultades, tentaciones, pruebas, para finalmente llevarlos a la victoria.    (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)


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Sermón Escuchemos la voz de Dios.

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