(El discernimiento y poder de la oración). Aspectos como la oración y el discernimiento espiritual son fundamentales
en la vida del cristiano. El Señor Jesús nos enseña el cuidado que debemos tener con los tesoros de la revelación y nos impulsa a la oración que persevera hasta alcanzar la obra divina. No dejes de orar hasta alcanzar tu respuesta...
El discernimiento y el poder de la oración:
Mateo 7:6 “No deis lo
santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que
las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”.
Estas palabras utilizó
el Señor Jesús para enseñarnos como reaccionan las personas cuando su corazón
es rebelde y soberbio contra Dios y su mensaje. Son personas que obstinadamente
rechazan a Jesucristo cerrando su corazón y su mente a la verdad de Dios.
En la Escritura el
cerdo y el perro son símbolos de inmundicia, menosprecio y profanación de las
cosas santas. Recordemos por ejemplo que en la segunda Epístola de Pedro 2:22
se nos dice: “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve
a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.
Entonces los perros y
los cerdos representan a aquellos que ridiculizan, blasfeman y rechazan el
evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, no hemos de poner las
perlas delante de ellos, pues su propósito es pisotear lo sagrado de Dios.
Más bien con
discernimiento y dirección de Dios llevar su bendita palabra a aquellos que con
corazón sincero reconocen que necesitan acercarse a Cristo Jesús.
Fortalece tu oración.
Mateo 7:7-8 “Pedid, y
se os dará; busca, y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla: y al que llama, se le abrirá”.
Los evangelios nos muestran de manera
clara que el Señor Jesús mientras estuvo en ésta tierra fue un hombre de
oración. Su oración era tan especial y él lo hacía de manera diferente, no como
lo hacían los escribas y fariseos de aquella época, hasta sus propios
discípulos le dijeron: “Señor, enséñanos a orar”.
Él se apartaba a lugares solitarios
para orar, se levantaba muy temprano, siendo aún oscuro y se iba a orar, y en
éste pasaje, Mateo 7:7-8, nos anima a orar y no desmayar. La respuesta viene de
Dios ante la perseverancia de aquel que ora con fe y no se rinde...
Persevera en tu clamor, y alcanzarás maravillosas respuestas.
Recordemos que el profeta Elías oró
en siete ocasiones para que lloviese, y lo hizo hasta que el siervo le dijo que
veía venir una pequeña nube; nuestro Señor Jesús oró en el huerto de Getsemaní
en tres ocasiones hasta que recibió del Padre celestial la fortaleza para ir a
la cruz.
Por eso, el mismo Señor aquí nos
anima a orar y no abandonar la oración hasta que veamos la respuesta de Dios.
No te desanimes, él sabe muy bien cuándo y cómo responder a tu clamor.
La oración no sólo es importante para
la intervención divina en nuestra vida, sino que ella misma nos hace fuertes y
perseverantes, nos acerca más al Señor, y por tanto por su presencia somos
transformados mucho más cada día, para gloria de su nombre.
Te invito a leer:
Escrito por el Pastor Gonzalo Sanabria.
"Más yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien". Salmo 13:5-6.
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