(Regla de oro de la Biblia). El Señor Jesús enseñó cuán importante y valioso es el principio de la siembra y la cosecha; es inevitable, si tú siembras buenas semillas, tendrás buenas cosechas.
La regla de oro en la Biblia significa básicamente que lo que tu quieres recibir debes primero sembrarlo. Quien siembre justicia, eso cosechará; de igual manera quien hace lo malo, recibirá una cosecha proporcional. Veamos este interesante estudio:
La regla de oro en la Biblia significa básicamente que lo que tu quieres recibir debes primero sembrarlo. Quien siembre justicia, eso cosechará; de igual manera quien hace lo malo, recibirá una cosecha proporcional. Veamos este interesante estudio:
La regla de oro en la Biblia:
Mateo 7:12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. Se le llama en la Biblia a este pasaje la regla de oro, porque es un principio de vida fundamental para cosechar las bendiciones de Dios y vivir según las leyes de su reino.
En primer lugar debemos tener presente que todo sembrador cuando ara y
siembra en su tierra lo hace con las más grandes expectativas, él espera la
mejor cosecha, por eso es diligente en su trabajo, cuida su semilla y procura
que la tierra esté en las mejores condiciones.
La vida es como un gran terreno
y todos cosecharemos de acuerdo a lo que hemos sembrado a lo largo de los años.
Si hemos sembrado malas cosas, debemos acudir a Cristo y arrepentirnos y
corregir lo malo, sólo así será cambiada la cosecha. Pues es Dios quien tiene
el poder de cambiar todas las cosas.
En segundo lugar podemos recordar por ejemplo que
Herodes fue cruel y sanguinario, ejecutó a varios miembros de su propia
familia; de hecho una de las cosas por la que es más recordado fue por haber
dado orden de matar a todos los niños menores de dos de Belén y sus alrededores
procurando matar al niño Jesús.
Pero la historia enseña que
cosechó sangre, violencia y muerte entre su propia familia. Sufrió durante sus
últimos años de una sarna severa que derivó en gusanos, putrefacción acompañada
de trastornos psiquiátricos.
Preocupado porque nadie
llorase su muerte (porque el hombre cosecha lo que siembre), dio orden de que
soldados, en el momento de su muerte, fueran a Jericó a ejecutar un gran grupo
de hombre distinguidos para asegurarse de que hubiesen muestras de dolor.
Gracias a Dios, su familia no cumplió con aquella petición.
En tercer lugar es muy importante que tengamos las enseñanzas de
Jesús como principios de vida, son las leyes que rigen el reino de Dios, y
cuando las ponemos por obra cosecharemos vida, paz y bendición. Procuremos
entonces que la palabra de nuestro Dios sea lámpara a nuestros pies y lumbrera
en nuestro camino. Hagamos de la regla de oro un estilo de vida.
Te invitamos a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Jehová, ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón" Salmo 15:1-2.
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