En Cristo tenemos nuestra seguridad, él es nuestra fortaleza y escudo cuando enfrentamos amenazas, enemigos y oposición. Jesús es nuestra seguridad cuando ante las crisis y problemas nace el miedo en nuestro corazón.
No podemos evitarlo, los obstáculos son parte del camino pero ante todos ellos, Dios es nuestra socorro y pronto auxilio. Ante la adversidad debemos fortalecer nuestra comunión con Dios y nuestra fe en su palabra...
Jesucristo es nuestra seguridad:
Hechos 22:30 “Al día siguiente, queriendo saber de
cierto la causa por la cual acusan los judíos a Pablo, le soltó de las cadenas,
y mandó venir a los principales sacerdotes y a todo el concilio, y sacando a
Pablo, le presentó ante de ellos”.
El apóstol Pablo enfrentó muchos
peligros, traiciones, tiempos difíciles y persecución por parte del imperio
romano y por los judíos no creyentes. Precisamente en Hechos veintidós es
llevado ante el concilio para ser acusado.
En aquella reunión hubo discusión,
diferencias y finalmente un gran desacuerdo, y levantándose los escribas, el
tribuno tuvo gran temor de que el apóstol Pablo fuese despedazado por ellos
(imagínate entonces cuan tensa estaba la situación), y decidió que lo llevaran
a la fortaleza.
"Jehová, ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón" Salmo 15:1-2.
Hechos 23:11 “A la noche siguiente se
le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de
mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”.
Por supuesto el apóstol Pablo estaba
preocupado y pensaba muchas cosas, pero nos dice el versículo once que el Señor
se le presentó y le dijo: “Ten ánimo, Pablo… pues testificarás también en
Roma”. Entonces el Señor le estaba confirmando que nada le pasaría y que a Roma
había de llegar para predicar.
Aquellos hombres en la reunión del
concilio seguramente lanzaron amenazas de muerte contra Pablo, su integridad
estaba en peligro, y fue esto lo que vio el tribuno y por eso lo mando a la
fortaleza, para proteger su vida.
Pero Dios nunca desampara a sus hijos
ni a sus siervos, por eso su palabra dice: “no temas, porque yo estoy contigo,
no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre
te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10. Es Jesucristo nuestra seguridad.
En este pasaje del profeta Isaías
43:10, vemos que se repite en dos ocasiones la palabra “siempre” en relación
con la ayuda y la fortaleza que Dios nos brinda, él nunca nos fallará, él
siempre estará allí para ayudarnos a vencer.
Te invitamos a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre" Salmo 16:11.
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