Introducción: (Jesús sana a un leproso) La historia de la humanidad se
partió en dos con la venida del Señor Jesucristo, lo mismo ocurre cuando tú
conoces a Jesús y le entregas tu vida, empiezas una nueva etapa, un nuevo
tiempo.
Tu perspectiva de vida cambia, tu corazón se apasiona por Dios, y
aprendemos que sin él nada podemos hacer. Dios es Dios de imposibles ¿Puede un
leproso ser curado? Sólo en Jesús el hombre encuentra la verdadera razón de
ser, y sólo por su poder puede ser transformado…
¿QUÉ HIZO EL LEPROSO PARA LOGRAR SU SANIDAD?
I. CONSIDEREMOS
PRIMERO LA
VIDA DE UN LEPROSO (Marcos 1:40).
A.
Un inmenso sufrimiento
físico.
Nota 1: La lepra
era frecuente en la nación de Israel.
Era una enfermedad infecciosa de declaración obligatoria (habían colonias
de leprosos, con vestidos característicos y aún campanillas para anunciar su
condición al pasar por ciertos lugares), enfermedad provocada por una bacteria
similar a la de la tuberculosis.
La
lepra ataca la piel, la sangre, la carne y los huesos, todo el
organismo, llegando a la mutilación de los miembros del cuerpo y finalmente la
muerte.
Nota 2: Pensemos por un momento ¿cuál era considera la
visión que tenía de su futuro? En éste mismo evento el evangelio de Lucas
añade: “lleno de lepra”, otras versiones dicen: “un varón lleno de lepra”, “un
hombre cubierto de lepra”, “uno gravemente enfermo de lepra”, nos destaca entonces
la Biblia su crítica condición de una enfermedad avanzada.
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B. Consideremos
ahora su aflicción espiritual.
Nota 1: Por ser considerado
impuro, el leproso era separado de la congregación de Israel, sin participar
del culto al Señor (se le consideraba ceremonialmente impuro). Debía vivir en
una casa aislado, y nadie podía tocarlo, ni servirle en manera alguna.
Nota 2: Muchas veces la visión que tenemos de nuestra vida
es bastante gris, debido a las diversas dificultades, crisis y angustias por
las que pasamos. Además, cuando el hombre está sin Dios, sin Cristo, el
espíritu se aflige y experimenta el vacío, no hay salvación y el destino es la
condenación eterna. Veamos ahora lo que hizo, pues finalmente Jesús sanó a éste leproso.
II. ES
FUNDAMENTAL ACERCARNOS A JESÚS (Marcos 1:40).
A. Con un ruego desde la profundidad del corazón.
La Biblia nos dice: “rogándole” “suplicándole” “le
pidió ayuda”, éstas frases expresan la intensidad de su clamor.
B. Debemos
ir ante Jesús con un corazón humilde.
La Biblia nos dice: “se arrodilló”. El
evangelio de Lucas nos dice “se postró con el rostro en tierra”, esto es
reconocer que necesitamos a Dios, que en nadie más hallaré respuesta y
verdadera solución.
C. El leproso fue a Jesús confiado
en el poder de Dios.
El leproso le dijo: “puedes limpiarme” (Cristo
tiene todo poder, no hay enfermedad, ni crisis, ni demonio que pueda resistir
el poder de nuestro Señor). Jesús sanó al leproso.
III. UN TOQUE DEL SEÑOR JESÚS CAMBIA TODAS LAS COSAS
(Marcos 1:41-42)
A. Dios hace su obra por amor y misericordia.
Nota: Jesús lo hizo por compasión, no por méritos
del leproso, no por antigüedad en el templo, no fue por su estrato, sino que el
Señor “teniendo misericordia de él” actuó a su favor.
B. Jesús extendió su mano lo tocó y también le
habló.
Nota 1: Ellos no podían ser tocados, pues ese toque causaba
impureza ceremonial; pero este evento nos enseña que el Señor Jesús es Dios Todopoderoso
y que está por encima de las normas y tradiciones religiosas.
Nota 2: El toque de Jesús es el que transforma las vidas, el
presente y el futuro del leproso cambió radicalmente. El toque de Dios por el Espíritu
Santo y la Palabra del Señor, tienen el poder de transformar al más duro y
recio de los corazones, restaurando lo que ha sido dañado. Jesús dijo: “quiero,
sé limpio”, y esto expresa el deseo de Dios para los hombres.
C. Dios quiere limpiarnos de pecado y librarnos
de la condenación eterna, versículo 42.
Nota 1: El pecado es como un cáncer espiritual, es una
lepra espiritual que produce muerte eterna, pero Cristo limpio a éste leproso,
y quiere también que seamos limpios del pecado por medio de su sangre preciosa.
En una ocasión el rey David oró diciendo: “lávame más y más de mi maldad,
límpiame de mi pecado y seré más blanco que la nieve”, sólo la sangre de Jesús
tiene el poder de limpiarnos de toda maldad y pecado. La paga del pecado es
muerte, y sólo Jesús puede salvarte…
Nota 2: El que era un leproso, ahora experimenta un gran
cambio en su vida, consideremos ese cambio en sus diferentes facetas:
1. Con Dios: vuelve a participar del culto, del
templo.
2. Con su familia: vuelve a estar con ellos,
con su esposa e hijos (si los tenía, sino ahora podía conformar una familia).
3. Con la sociedad: podía andar normalmente por
las calles y con los amigos, en su trabajo, etc.
4. Lo más grande e importante es que conoció a
Jesús y recibió vida eterna.
Conclusión: El
leproso reconoció que necesitaba a Jesús, sólo en él encontramos una verdadera
transformación de vida. Sólo Jesucristo puede dar vida eterna, y es quien
realmente puede provocar verdaderos cambios en el ser humano.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
Que bendición.. adelante
ResponderEliminarDios te bendiga. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia.
Eliminarbendiciones en grande
ResponderEliminarDios les bendiga... Gracias.
ResponderEliminarDios bendiga tu vida y toda tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario.
EliminarQue bendición leerlo. Dios les añada muchas bendiciones
ResponderEliminarGracias por tus palabras, son muy importantes para nosotros. El Señor Jesucristo bendiga tu vida y toda tu casa.
EliminarDios lo bendiga y muchas bendiciones
ResponderEliminarMuchas gracias por dejarnos tu comentario, es muy valioso para nosotros. Dios bendiga tu vida y a todos los tuyos.
EliminarMuchas bendiciones pastor Dios lo siga usando en este ministerio
ResponderEliminarEs una enseñanza escrita por el Espíritu Santo
ResponderEliminar.
Hermosa enseñanza, la compartiré con un grupo de mujeres. Dios lo bendiga y añade cada día sabiduría a su vida.
ResponderEliminarGracias,compartiré este hermoso mensaje.Bendiciones
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