Sermones listos para predicar: Dios es nuestro poderoso proveedor.
Introducción: La Biblia nos enseña que Dios es el creador de los cielos y de la tierra. Él es Todopoderoso, nada es difícil para él, y es especialista en hacer milagros, aunque todo diga lo contrario. El poder de Dios está por encima de todas las cosas, él no cambia, es el mismo ayer, hoy y por siglos, él sigue haciendo milagros, y tiene cuidado de sus hijos.
1) La obediencia del profeta Elías.
Nos dice la Biblia en el Primer Libro de Reyes 17:1-6 “ahora bien Elías, el de Tisbé de Galaad, fue a decirle a Acab; “Tan cierto como que vive el Señor, Dios de Israel, a quien yo sirvo, te juro que no habrá rocío y lluvia en los próximos años, hasta que yo lo ordene. Entonces, la palabra del Señor vino a Elías y le dio este mensaje “Sal de aquí al oriente, y escóndete en el arroyo, de Querit, al este del Jordán. Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí”. Así que se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo”.
Ante este palabra de Dios, el profeta Elías fue obediente, ademas de sensible al amor y cuidado del Señor. En el texto bíblico citado vemos varias cosas muy importantes en Elías:
Aunque con errores como nosotros (pues la Biblia misma nos dice que “Elías era sujeto a paciones semejantes a las nuestras”), el profeta fue obediente yendo al arroyo de Querit, como Dios le dijo. Para el Señor un corazón obediente es de altísimo valor, pues sabe que puede contar con él para sus planes en todo tiempo.
La Escritura nos enseña que el profeta Jonás como Elías, escuchó la voz de Dios; sin embargo, la diferencia que podemos ver es que Jonás huyó, mientras Elías obedeció (por lo que podemos concluir: Todos podemos oír a Dios, la diferencia está en la obediencia de cada uno a aquella palabra). Sin duda, la obediencia es la mejor adoración que podemos levantar.
2) El cuidado de Dios.
Consideremos ahora, el arroyo de Querit. La palabra “Querit” significa: cortadura, garganta. El arroyo corre por el fondo de una profunda escabrosa garganta, nos habla de un lugar muy difícil. Los cuervos, son aves de presa (y por tanto, estas aves pudieron haberse comido la carne, pero no fue así).
Estas aves se alimentan de insectos, gusanos y carroña, sin embargo, a Elías le llevaban carne sana y abundante. Los cuervos descuidan sus polluelos, pero Dios hizo que cuidaran a su siervo. En todas estas circunstancias la Biblia nos enseña que Dios es soberano, tiene cuidado de sus hijos, y es multiforme para hacer su buena y poderosa voluntad.
3) La voluntad de Dios siempre es buena y perfecta.
A veces Dios “nos incomoda” para llevarnos a nuevos niveles de fe y revelación. A veces Dios de manera soberana nos mueve o direcciona, e inicialmente no logramos entender el camino del Señor, pero él siempre nos llevará a destinos de bendición que nos ha preparado.
Nos dice la Biblia en el Primer Libro de Reyes 17:7 “Algún tiempo después, se secó el arroyo porque no había llovido en el país”.
Israel tenía como dioses a Baal y Asera en aquellos tiempos, estaba en medio de una gran apostasía; pero Elías conservó su fe. Es significativo aquí que el nombre Elías significa: “Mi Dios es Jehová”. Y vemos a Dios cuidando su propósito, el Señor no desamparó a Elías; la sequía vino sobre la infidelidad de Israel, pero la bendición de Dios sobre los fieles a él. Ahora, el Señor permite que se seque el arroyo, y es el tiempo en el que Elías debe moverse ¿a dónde?
Es Dios quien lo guía, y lo envía a la casa de la viuda de Sarepta de Sidón, allí, él y la familia de la viuda verían el milagro de la provisión de Dios cada día. En medio de aquella intensa sequía, nunca faltó el aceite ni la harina. Dios es fiel y nunca desampara ni abandona a toda persona que en él confía. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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