Introducción:
Es fundamental para el cristiano aprender a caminar por la fe, pues es a través
de esta que alcanza grandes cosas en Dios. Es mediante la fe que se hacen
realidad las promesas del Señor y en la tierra operan los milagros, es la fe
que agrada a Dios…
Sermón: Confía en Dios y él hará.
“Encomienda
a Jehová tu camino, y confía en él y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No
te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades”
Salmo 37:5-7.
Como
resultado de encomendar nuestro camino a Dios y confiar en él, veremos la mano
del Señor manifestar su poder, veremos sus respuestas y su obra a nuestro
favor. Lo hará de la mejor manera y en el tiempo perfecto. No hay obstáculo más
grande que el poder de nuestro Dios.
Podemos
recordar aquí que cuando el ángel le dijo a María: “Tu parienta Elizabet ha
concebido hijo en su vejez, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible
para Dios”, Lucas 1:36-37. Por encima de los obstáculos más grandes, poderoso
es Dios para hacer su voluntad.
La Biblia
está llena de milagros, sanidades, liberaciones, resurrecciones, prodigios,
maravillas y obras sorprendentes que nuestro Dios ha hecho, y como él no
cambia, seguiremos viendo grandes milagros del Señor.
En los
evangelios aquellos que recibieron de Jesús un milagro no lo recibieron por sus
virtudes o por su calidad humana, sino porque reconocieron a Jesucristo como
Dios y Señor, confiaron en su poder y ninguno de ellos fue decepcionado.
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Guarda silencio ante Jehová.
Sin duda
“guardar silencio ante Dios” no es una práctica normal en el cristiano, por el
contrario tenemos la tendencia a ser muy ruidosos. Permitimos con frecuencia
que el ruido de nuestras emociones, sentimientos y pensamientos sea más fuerte
que la voz de Dios, quien quiere hablarnos e instruirnos.
Ante la
velocidad del mundo de hoy y sus tendencias, ante las múltiples ocupaciones y
negocios, el cristiano puede verse fuertemente tentado a ocuparse de otras
cosas en exceso y descuidar el tiempo para estar en comunión con Dios.
Es
interesante recordar que el Señor Jesús con cierta frecuencia se apartaba de
las multitudes y se iba a lugares desiertos a orar
Cuando
callamos y reflexionamos en el Señor y en su palabra, nuestro ser permite que
la paz de Dios venga sobre su corazón, y en ese espacio de silencio espiritual
podemos escuchar al Señor, allí podemos recibir su testimonio y consejo. Así
como su corrección e instrucción respecto a las cosas que debemos cambiar.
Lamentablemente
por lo general somos muy habladores, y cuando nos piden un minuto de silencio
nos desesperamos sin saber qué hacer. Estamos tan acostumbrados a hablar y
estar ocupados, que guardar silencio nos puede parecer una pérdida de tiempo.
Pero sin duda, el silencio es un espacio necesario y fundamental en la
presencia de Dios.
Conclusión: Cuando decidimos confiar en
Dios, y caminar en su voluntad y en sus tiempos cosecharemos las más grandes
bendiciones. El Señor sabe muy bien lo que hace, él es Todopoderoso y por eso
podemos confiar plenamente en su buena y perfecta voluntad.
Además de este artículo, te invitamos a leer otros que bendecirán tu
vida:
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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