viernes, 18 de enero de 2019

Dios es soberano y bueno

Dios es soberano y bueno.
Dios es soberano y bueno. Salmo 46:8-11. 

“Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; enaltecido seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)”.

Esta porción bíblica nos permite ver no sólo el poder de Dios, sino su soberanía  bondadosa  providencia... 




Dios es señor y dueño de todas las cosas, es el propietario de los tiempos y de la creación, Dios de todos los espíritus, Creador de todo lo visible e invisible, y por tanto actúa de manera soberana de acuerdo a sus planes y poder.

Nadie puede detener a Dios y no debemos cuestionarlo, pues él es amor y aunque a veces no entendemos su obra, él todo lo hace bien en gran manera. Sorprendido por el actuar de Dios el apóstol Pablo dijo: “Cuan insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos”. Podemos comprender mucho más las cosas de Dios cuando las recibimos por la fe.

El versículo diez nos recuerda la importancia de confiar en Dios y permitir que él haga su buena voluntad en nuestra vida: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”; y es muy interesante ver aquí que cuando nos quedamos quietos podemos conocer a Dios.

El exceso de afanes, ocupaciones y ansiedades nos llevan a hacer las cosas a nuestra manera, omitimos consultar a Dios y no nos tomamos el tiempo para escucharlo, no nos quedamos quietos, y por eso perdemos muchas bendiciones y revelaciones del Señor.




Por supuesto debemos hacer nuestra parte o aquello que nos corresponde pero el resto lo hace Dios; no es esto una invitación a no hacer nada y caer en la perezosa negligencia, sino ser obedientes a Dios haciendo lo que nos toca y esperar en él cuando así corresponde.

El versículo once nos recuerda que Dios es nuestro escudo y defensa, y por eso podemos confiar en su cuidado, y es así como el corazón del cristiano alcanza verdadera paz. Este Salmo termina aquí nuevamente con “Selah” y ya que esta palabra también significa “pausa” podemos decir que Dios es nuestro reposo y descanso.         

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Reflexión final: Puedes descansar en Dios, en su cuidado y en su providencia. Es decir, confía en él aunque ahora no comprendas muchas cosas, él es bueno y sabe a dónde te lleva. Permite que él trabaje en tu corazón y recibe su paz, la cual genera salud para tu cuerpo y bendición para tu casa. 


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(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).  
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