(Jesucristo resucita al hijo de la viuda de Naín). Es el Señor Jesús quien transforma los peores escenarios en
victorias, él puede transformar nuestros fracasos en victorias, él cambia los momentos amargos de nuestra vida en bendiciones para su gloria.
No hay nada difícil para nuestro Dios, debemos entonces acudir siempre a su presencia y allí seremos renovados y transformados. Veamos este importantes estudio:
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Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín:
Lucas 7:13-14 “Cuando llegó cerca de la ciudad…
llevaban a enterrar un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda… Y
cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose,
tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te
digo, levántate”.
1) En primer lugar vemos que el Señor Jesús nos es indiferente al dolor humano. La Biblia nos dice que el Señor Jesús
está llegando a la ciudad de Naín, y muchas personas vienen acompañando a una
viuda que ha perdido su único hijo, ella sumida en la tristeza llora con dolor.
Debemos destacar la expresión:
“cuando Jesús la vio”, pues estas palabras nos recuerdan que el Señor no es
indiferente a nuestras dificultades, ni a nuestras lágrimas. Él no sólo conoce
nuestras adversidades, sino que podemos contar con su fuerza y ayuda.
2) En segundo lugar vemos el amor de Dios en acción. El Señor “se compadeció de ella”, el
amor de Dios por sus hijos nos garantiza su cuidado y protección. Jesús le
habló a la viuda y le dijo: “No llores”. Jesús no quiso que aquella mujer
continuará con su dolor, allí estaba él para mostrar su gloria y poder, y esto
es lo más importante, que Jesús está con
nosotros.
El Señor se acercó a aquel féretro y
lo tocó. En ese mismo momento las personas que lo llevaban se detuvieron y el
Señor dijo: “Joven, a ti te digo, levántate”. Esto nos recuerda cuan poderoso
es un solo toque del Señor Jesús, pues su presencia hace huir la muerte y todos
los poderes de las tinieblas.
3) En tercer lugar se destaca el poder de la palabra de Dios. Jesús declaró palabra de vida sobre
la muerte, él declaró palabras de bendición sobre la maldición, él habló
palabras de victoria sobre el fracaso y la ruina, él expresó palabras
contrarias a lo que la mayoría estaba viendo. La fe en Dios nos hace hablar diferente
:.
Esto nos enseña y recuerda la
importancia de declarar las palabras de Dios ante las adversidades y
obstáculos, pues la palabra del Señor es poderosa para hacernos avanzar y
vencer.
También fueron las palabras de Jesús las que quitaron las lágrimas de dolor en la madre del
joven, pues el Señor a ella también le habló diciendo: “No llores”.
Como nos enseña la Biblia Jesús
resucitó al joven y se lo devolvió a su madre. Todo esto nos recuerda que el
Señor conoce nuestras lágrimas y se compadece de nuestras dificultades. Siempre
está a nuestro lado para ayudarnos y darnos consuelo. De su mano podemos
superar toda adversidad. Gracias Señor Jesús por estar siempre a nuestro lado y
ayudarnos.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía y redentor mío" Salmo 19:14.
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