A veces nos afanamos por alcanzar ciertas metas o por ver ciertas bendiciones y respuestas de Dios en nuestra vida, pero ten
presente: Todo tiene su tiempo.
A veces el cristiano es afligido por la ansiedad o por la angustia, por los afanes de este mundo, entre otros, pero la Escritura nos enseña a nosotros el poder y la importancia de esperar y caminar según los tiempos de Dios. Todo tiene su tiempo, confía en Dios. Veamos:
Juan 7:6-8 “Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aun no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. No puede el mundo aborreceros a vosotros; más a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido”.
Nos dice el contexto que los hermanos de Jesús no creían en él, y por eso le dicen que más bien se vaya a desarrollar su ministerio en otro lugar. Jesús tuvo que enfrentar la incredulidad de su propia familia y no hacía las cosas por lo que ellos le decían, sino que avanzaba según los tiempos de Dios.
Como podemos leer en estos versículos el Señor Jesús dijo: “Mi tiempo
aún no ha llegado… mi tiempo aún no se ha cumplido”. El Señor Jesús sabe muy
bien cuando hacer sus cosas y cómo hacerlas.
Con frecuencia podemos pensar que Dios está tardándose mucho en hacer
algo o en responder nuestras oraciones, pero el Señor sabe perfectamente cuando
hacer sus cosas y cuando responder nuestras oraciones.
Dios no está afanado ni angustiado, esas son emociones humanas, pero no
divinas. Todas las cosas están en las manos de Dios y él a su tiempo hará según
su consejo y propósito...
Los hermanos de Jesús lo presionaban para que fuera a Judea, pero él
Señor sabía muy bien cuando tenía que hacerlo y cómo hacerlo. El versículo
catorce nos dice que Jesús subió a la mitad de la fiesta, para ellos debía
subir al comenzar la fiesta, pero el Señor sabe muy bien lo que hace, él no se
demoró, llegó en el momento preciso.
Esperar el tiempo de Dios, es sin duda, un desafío de fe, pues por lo
general deseamos que las cosas se den rápido y que el Señor responda nuestras
oraciones al instante, pero no es así con Dios, por eso la Biblia dice:
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene
su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado” (Eclesiastés
3:1-2) y también en el libro de los Salmos 31:15 se nos dice “En tus manos
están mis tiempos”.
Todo tiene su tiempo, persevera y confía en Dios, y tu respuesta será
maravillosa, porque él todo lo hace perfecto y para nuestro bien. No acojas la ansiedad , aférrate a las promesas del Señor y él te bendecirá.
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Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria A.
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