Al final el poder de Dios prevalecerá, aunque a veces el entorno en el que estamos haga más difícil nuestra fe, aunque los obstáculos sean grandes y la voz del enemigo sea escuchada, las promesas de nuestro Dios son fieles y su justicia y verdad prevalecerán sobre toda obra del enemigo y sobre toda injusticia de los hombres aquí en la tierra...
El poder de Dios prevalecerá:
Habacuc
1:3-4 “¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia la justo, por eso sale torcida la justicia”.
El profeta Habacuc expresa su lucha
al ver la iniquidad y la violencia delante de sus ojos, su corazón se molesta
al ver la prosperidad del impío y cómo prevalece la fuerza del que hace mal.
Eran tiempos donde muchos se preguntaban ¿Dónde está Dios? Y creo que a veces
el cristiano puede hacerse algunas preguntas como:
¿Por qué le va bien al que no tiene
temor de Dios?
¿Por qué la maldad pareciera ser
premiada y aplaudida?
¿Por qué le va mal al que sirve a
Dios?
Seguramente el profeta era testigo de
muchas acciones pecaminosas, y veía al justo padecer. Veía continuas peleas y
conflictos, veía corrupción y no se ejecutaba la verdadera justicia, además el
impío salía triunfador y las leyes eran mal aplicadas.
A veces nuestra vida, de repente,
enfrenta tiempos donde no comprendemos lo que está sucediendo. Por ejemplo el
ministerio del Señor Jesús sólo llevaba tres años y medio de bendición y cuando
estaba todo en un excelente momento, les dice Jesús a sus discípulos: “Mi hora
ha llegado” (hablando de su sacrificio en la cruz del calvario).
Para los discípulos esto fue difícil
de comprender, de hecho fue algo que sólo después de la resurrección del
Maestro vinieron a asimilar. Entonces hay cosas que Dios hace que inicialmente
no comprendemos ni asimilamos, y más bien debemos confiar en el Señor, sabiendo
que él todo lo hace bien.
Pero todo era parte del plan de Dios.
A veces aparecen cosas complicadas en la vida, pero de algo debemos estar
seguros: Dios sabe todas las cosas y tiene la solución para toda dificultad. Al
final la verdad y la justicia de Dios prevalecerán.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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