miércoles, 8 de enero de 2020

Las siete copas de la ira de Dios

Las 7 siete copas de la ira de Dios Apocalipsis 16
Estudio: Las siete 7 copas de la ira de Dios, Apocalipsis 16. Un tema muy interesante y cautivador, pues es revelado en el libro de Apocalipsis capítulo 16 que nos enseña los últimos juicios que han de venir sobre la tierra antes de la segunda venida del Señor Jesucristo. 

Para este momento la iglesia de Cristo está con él, ella no vivirá este periodo de ira. Veamos este interesante estudio: 



Las siete 7 copas de la ira de Dios, Apocalipsis 16:

Ahora los siete ángeles derraman las siete copas de la ira sobre un mundo que ha rechazado a Cristo y adora a la imagen de la bestia (Anticristo). Los moradores de la tierra experimentarán el juicio y castigo por su maldad y pecado. 

Estas plagas son similares a las que cayeron sobre Egipto en tiempos de Moisés. Aquellas fueron plagas literales, como serán las que están por venir sobre la tierra. Dios es justo y fiel, él cumple su palabra.   

Dios ordena el comienzo de los juicios, Apocalipsis 16:1.

"Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios".

Juan escucha una gran voz que sale desde el templo, ya que según el versículo anterior (Apocalipsis 15:8) nadie podía entrar en el templo, esta es sin duda la voz de Dios que ordena a los siete ángeles derramar el contenido de las copas sobre la tierra.

Las siete copas siguen un patrón similar a los siete sellos y siete trompetas (grupos de 4 - 2 - 1), es decir, las primeras cuatro impactan la creación: tierra, mar, agua y cosmos. Las dos siguientes dirigidas a la bestia, y la séptima indica la caída de las naciones. Comienza la caída y destrucción del gobierno.  



1) La primera copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:2.

"Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen".

Como vemos el primer juicio viene sobre aquellos que adoran a la bestia, son afligidos con “una úlcera maligna y pestilente”, esto nos hace referencia a llagas y lesiones abiertas de la piel o de la membrana mucosa que consumen parte del tejido y tienen poca cicatrización.

Por lo general las úlceras acompañadas de inflamación, gran dolor e infecciones. La palabra “maligna y pestilente” nos indica que son heridas repugnantes, dolorosas, y que generan mal olor. Entonces los adoradores de la bestia no serán sólo reconocidos por la marca del Anticristo, sino por aquella úlcera maligna y pestilente.   

2) La segunda copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:3.

"El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar".

Ahora la segunda plaga viene sobre el mar, y es tan fuerte que muere todo ser vivo en el mar. Es impresionante imaginar que no quedará ni un solo pez en el mar, no quedará vida marina alguna. 

La Biblia nos enseña que esta plaga hace que el mar se convierta en sangre “como de muerto” indicando tal vez, una textura gruesa, pesada, como resultado de la muerte de todo ser vivo en el mar.

La brisa fresca y agradable del mar se convertirá en un horrible hedor y el poco comercio y trabajo que quedaba en estas aguas termina por acabarse totalmente.   

(Te invitamos a leer: Deposita tu confianza en Dios. ). 


3) La tercera copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:4.

"El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre".

Este juicio viene sobre las aguas dulces (vitales para el ser humano), lo que nos permite ver cuán difícil será la situación en la tierra en aquellos tiempos. Los ríos y las fuentes de las aguas se convierten en sangre, y por lo tanto no podrán ser usados por el ser humano, y morirán millones de peces.

Recordemos que la tercera trompeta (Apocalipsis 10-11) afectó la tercera parte de las aguas dulces de la tierra; ahora serán todas las aguas dulces del planeta. Desastres como estos nos dejan ver que la segunda venida de Jesucristo no tardará, pues con estas catástrofes la raza humana no puede sobrevivir por mucho tiempo.      

La muerte de la vida marina, de la vida fluvial y de la vida humana será a gran escala, como nunca había sucedido en toda la historia de la humanidad. 

Los versículos del cinco al siete nos presentan declaraciones de ángeles que nos enseñan varias cosas:

Apocalipsis 16:5-7 "Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues se lo merecen. También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos". 

El ángel de las aguas alaba a Dios por su justicia, eternidad y santidad, y son precisamente éstas virtudes las que hacen que primero el Señor agote su misericordia, y luego juzgue el rebelde pecado.

El gran pecado que se nos revela aquí es la violencia y muerte que le provocaron a los santos y profetas del Señor, y así como provocaron la muerte de ellos, ahora beberán los resultados de su propia muerte.

El ángel del versículo siete nos recuerda que Dios es Todopoderoso y sus juicios son verdaderos y justos, él no miente ni es injusto. Él es bueno, por eso espera hasta agotar su misericordia, y luego Dios santo y fiel cumple su palabra.       

(Te invitamos a leer: Dios trae lo mejor para tu vida. ). 


4) La cuarta copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:8-9.

"El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria".

Este juicio consiste en el poder que se le da al sol para quemar a los hombres con fuego. Pareciera que el calentamiento global actual es sólo una pequeñísima muestra de los cambios que habrá al final de estos tiempos. Los cambios en el sol, en la luna y en las estrellas para los tiempos finales esta profetizados en la Biblia ampliamente.   

Los rayos solares se intensificarán de tal manera que los moradores de la tierra experimentarán no sólo muchísimo calor, sino que tendrán graves quemaduras, y por causa de esto blasfemarán el nombre de Dios, es decir, en vez de arrepentirse más bien se enojan contra el Señor hasta maldecir su nombre.  

Es importante también pensar en que estos fuertes rayos solares provocarán graves pérdidas económicas en todo el planeta, habrán muchos incendios seguramente, y muchas personas, además de los atormentados por las quemaduras del sol, morirán por las altas temperaturas (recordemos que por la ola de calor en el verano del 2003 en Europa murieron más de sesenta mil personas). 

5) La quinta copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:10-11.

Esta copa de ira va dirigida contra el trono de la bestia, ya que el trono representa gobierno, poder y autoridad, significa esto que este juicio afectará su gobierno y será impotente el Anticristo ante la plaga de tinieblas y ante el dolor que sufrirán los moradores de la tierra.

Podemos recordar aquí que cuando Dios envió las diez plagas sobre Egipto, fue la novena  la de las tinieblas, y eran tan densas y espesas que se podían palpar, y nadie podía ver a su prójimo (Éxodo 10:21-22).  

Según nos dice aquí Apocalipsis 16, ante aquellas densas tinieblas, el aumento del dolor y por sus úlceras, los habitantes de la tierra deciden no arrepentirse, y escogen más bien endurecer su corazón y multiplicar sus blasfemias contra Dios.    

(Te invitamos a leer: Buscando la presencia de Dios.). 


6) La sexta copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:12-16.

(Versículo doce) El gran río Eufrates se secará (desapareciendo así el límite histórico entre el oriente y el occidente) y por él pasará el inmenso ejército conformado por los reyes del oriente. 

Hablamos aquí seguramente de los ejércitos de países como China, India, Japón, entre otros. Estos ejércitos vienen para hacer guerra contra Dios y su Mesías (como está profetizado en el Salmo 2).

Podemos pensar, no es necesario que se seque el río, pues por un puente o varios pueden pasar aquellos ejércitos, el asunto aquí es que eso será una señal profética para la batalla del Armagedón y la proximidad del segunda venida de Cristo; además al secarse el gran río Eufrates se estaría indicando la unión global entre los hemisferios oriental y occidental al servicio del Anticristo.

Los versículos trece y catorce nos enseñan la trinidad diabólica en una acción conjunta, del dragón, el Anticristo y el falso profeta salen por sus bocas tres espíritus inmundos, es decir, tres demonios, al salir de sus bocas nos muestran su poder para engañar mediante las palabras.

Aquellos demonios son semejantes a ranas, el pueblo judío tiene a las ranas como animales inmundos, representan la impureza. Mientras que en Egipto este animal era considerado sagrado.        

Además, estos tres espíritus inmundos van con poder para hacer señales y engañar así a reyes y presidentes de todo el mundo, para que se unan en aquel vasto ejército que peleará contra el Dios Todopoderoso, esta batalla tendrá lugar en Armagedón (versículo dieciséis).

El nombre “Armagedón” significa: montaña de la destrucción, realmente el nombre es “Har Magedon” en donde “Har” significa montaña y “Magedon” o “Meguido” viene de una raíz hebrea que significa: cortar o matar.    

El versículo quince nos habla de la importancia de velar en fidelidad al Señor Jesús. Respecto a la frase “bienaventurado el que vela y guarda sus ropas” se enseña que el capitán del templo de Jerusalén realizaba recorridos por las noches para comprobar que los guardias estaban despiertos cuidando el santuario, y si alguno estaba dormido lo golpeaba o le prendía fuego a sus ropas, y por supuesto esto lo despertaba rápidamente.  

(Te invitamos a leer: Decide cambiar tus tiempos.).


7) La séptima copa de la ira de Dios, Apocalipsis 16:17-21.

Con esta última copa se concluye la ira de Dios, por eso la voz que sale del templo del cielo (que concluimos es la voz de Dios, pues sale del trono) dice: “Hecho está”. Cuando la voz se pronuncia inmediatamente ocurren varios eventos en la tierra: relámpagos, voces, truenos, y un terremoto tan grande y tan fuerte, que no ha habido otro en la historia de la humanidad como éste.     

La gran ciudad del versículo 19 es Jerusalén (según Apocalipsis 11:8) y será dividida en tres partes y las ciudades principales del mundo caerán (esto debido al gran terremoto).      

La segunda parte del versículo 19 nos enseña el juicio de Dios sobre la gran Babilonia (este juicio es descrito más en detalle en los dos capítulos siguientes de Apocalipsis),

El versículo 20 nos dice que “toda isla huyó y los montes no fueron hallados” es probablemente un resultado de aquel gran terremoto, pues el movimiento de las capas de la tierra será tan fuerte que muchas islas se hundirán y muchos montes desaparecerán, serán pequeñas alturas de tierra o se convertirán en valles.

Según el versículo 21 el granizo que caerá será enorme, su peso será de un talento, y según las medidas de peso bíblico, un talento equivale a 40 kilogramos. Entonces aquel granizo va a destruir infraestructura humana, edificios, casas, vehículos, seguramente personas y animales van a morir por el impacto, etc.     

Ante esta nueva plaga de granizo los moradores de la tierra blasfeman contra Dios, y no se arrepienten, la Biblia nos dice que esta plaga fue sobremanera grande. La tierra que ya ha sufrido los embates de los juicios anteriores y aquel gran terremoto, ahora vive una poderosa destrucción ante aquella plaga de granizo enorme.

La Escritura nos enseña que después de estas cosas el Señor Jesucristo vendrá por segunda vez, destruirá a los ejércitos del Anticristo, juzgará a las naciones y establecerá su reino por mil años. 

Te invito a leer:






Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

– Estudio bíblico: Las siete 7 copas de la ira de Dios, Apocalipsis 16 - 

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