martes, 7 de enero de 2020

Los ángeles con las 7 plagas postreras

Los ángeles con las 7 siete plagas postreras, Apocalipsis 15
(Los ángeles con las siete plagas postreras, según Apocalipsis 15). El capítulo quince (15) de Apocalipsis es el más corto de todo este libro de revelación. Es como la introducción a la serie final de juicios sobre la tierra, estos juicios son más severos y devastadores que los anteriores. 

A ésta sección de la Biblia se le denomina: Los ángeles con las siete postreras plagas, según la Versión Reina Valera 1960. Veamos este interesante estudio:



Los ángeles con las siete plagas postreras, según Apocalipsis 15.

Los vencedores sobre la bestia, Apocalipsis 15:1-4.  

“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego...” Apocalipsis 15:1-2.

Estas siete plagas postreras son el juicio de Dios sobre un mundo desobediente y rebelde. Son “postreras” porque se dan al final de la gran tribulación, y esta es la última etapa de juicios, por eso dice: “en ellas se consumaba la ira de Dios”, es decir “en ellas se termina, concluye o completa la ira de Dios”.

Los versículos dos al cuatro nos hablan de los santos de la gran tribulación que están en el cielo y adoran a Dios. Lo primero que Juan ve es un mar de vidrio mezclado con fuego, lo que nos indica el juicio divino, es decir las plagas y la persecución de la bestia contra los cristianos en aquella época de la gran tribulación.

Los cristianos fieles de la gran tribulación salieron vencedores porque no aceptaron la marca o sello de la bestia, a pesar de la intensa persecución fueron leales al Señor Jesucristo hasta la muerte, nunca doblaron sus rodillas ante el Anticristo o su imagen. Son mártires de la gran tribulación.

Estos  vencedores sobre la bestia tienen ahora el privilegio de adorar al Señor, ellos han recibido arpas de Dios y entonan, nos dice la Biblia, el cántico de Moisés y el cántico del Cordero.

El cántico de Moisés se realizó cuando Israel pasó en libertad y victoria por en medio del Mar Rojo, y ahora es también además el cántico del Cordero, pues habla de la liberación del pueblo de Dios y su victoria final.      

Éste cántico destaca las poderosas obras de Dios, exalta la verdad y perfección de sus caminos, adora la grandeza del Señor, su santidad y su poder sobre todas las naciones, las cuales al final le darán toda la adoración   



Siete copas de oro son entregadas a los siete ángeles, Apocalipsis 15:5-8.

“Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente...” Apocalipsis 15:5-6.

La Biblia nos dice que Juan ve en el cielo el templo del tabernáculo (aquel que Moisés vio cuando el Señor le mostró el modelo para que hiciera el terrenal), y de allí salen siete ángeles, los cuales traen el juicio de Dios; al salir del templo celestial vemos que ellos hacen lo que hacen siguiendo las instrucciones del Señor, no actúan en su propia autoridad sino bajo la autoridad de Dios.

Estos siete ángeles reciben de uno de los seres vivientes siete copas de oro, las cuales están llenas de la ira de Dios: "Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios" Apocalipsis 15:7.

Es interesante tener en cuenta que la palabra “copa” aquí se traduce del término griego “fiale” refiriéndose a un cuenco, o taza ancha y de poco fondo (muy diferente a la copa que generalmente conocemos). Por eso varias versiones de la Biblia traducen esta frase: “y los siete ángeles recibieron siete tazones de oro, llenos de la ira de Dios”.

Los cuencos o tazones eran instrumentos usados ritualmente para derramar las libaciones en el sacrificio. La libación era el acto de derramar aceite sobre el sacrificio (era como una ofrenda liquida).

Los líquidos aceptados eran aceite puro, vino puro y sangre, en este caso Cristo fue derramado en libación por nuestros pecados.     

Entonces podemos concluir aquí por lo menos dos cosas. En primer lugar, son vasijas que sugieren un rápido vaciamiento de sus contenidos, serán juicios certeros, severos y rápidos.

En segundo lugar, estos ángeles salen del templo y realizan una labor sacerdotal, pues los tazones eran usados en el templo, de manera que aquel contenido vaciado en la tierra cumple con una función purificadora.

Recordemos que el juicio del diluvio limpio o purificó la tierra de la maldad que se había multiplicado sobre ella, así mismo aquí es purificada la tierra y liberada del gobierno de la maldad mediante este período de gran tribulación.    

En ese mismo momento el templo se llenó de la gloria de Dios (versículo ocho), recordemos que este es el tabernáculo celestial, y nadie podía entrar allí hasta que se cumpliesen las siete plagas. Ya no hay más intercesión, ha llegado la hora del juicio. Entonces todos los habitantes del cielo están a la expectativa de los sucesos en la tierra.

Debemos tener presente que según la mayoría de intérpretes de la Escritura, para este tiempo la iglesia de Jesucristo ya está con el Señor, y no participará de estos juicios.  

Te invito a leer:
  





Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

– Estudio bíblico: Los siete ángeles con las 7 plagas postreras según Apocalipsis 15 -

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