(Los ángeles con las siete plagas postreras, según Apocalipsis 15). El capítulo quince (15) de
Apocalipsis es el más corto de todo este libro de revelación. Es como la
introducción a la serie final de juicios sobre la tierra, estos juicios son más
severos y devastadores que los anteriores.
A ésta sección de la Biblia se le
denomina: Los ángeles con las siete postreras plagas, según la Versión Reina
Valera 1960. Veamos este interesante estudio:
Los ángeles con las siete plagas postreras, según Apocalipsis 15.
Los vencedores sobre la bestia, Apocalipsis 15:1-4.
“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego...” Apocalipsis 15:1-2.
Estas siete plagas
postreras son el juicio de Dios sobre un mundo desobediente y rebelde. Son
“postreras” porque se dan al final de la gran tribulación, y esta es la última
etapa de juicios, por eso dice: “en ellas se consumaba la ira de Dios”, es
decir “en ellas se termina, concluye o completa la ira de Dios”.
Los versículos dos al
cuatro nos hablan de los santos de la gran tribulación que están en el cielo y
adoran a Dios. Lo primero que Juan ve es un mar de vidrio mezclado con fuego, lo
que nos indica el juicio divino, es decir las plagas y la persecución de la
bestia contra los cristianos en aquella época de la gran tribulación.
Los cristianos fieles de la
gran tribulación salieron vencedores porque no aceptaron la marca o sello de la
bestia, a pesar de la intensa persecución fueron leales al Señor Jesucristo
hasta la muerte, nunca doblaron sus rodillas ante el Anticristo o su imagen. Son
mártires de la gran tribulación.
Estos vencedores sobre la bestia tienen ahora el
privilegio de adorar al Señor, ellos han recibido arpas de Dios y entonan, nos
dice la Biblia, el cántico de Moisés y el cántico del Cordero.
El cántico de Moisés se
realizó cuando Israel pasó en libertad y victoria por en medio del Mar Rojo, y
ahora es también además el cántico del Cordero, pues habla de la liberación del
pueblo de Dios y su victoria final.
Éste cántico destaca las
poderosas obras de Dios, exalta la verdad y perfección de sus caminos, adora la
grandeza del Señor, su santidad y su poder sobre todas las naciones, las cuales
al final le darán toda la adoración
Siete copas de oro son entregadas a los siete ángeles, Apocalipsis 15:5-8.
“Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente...” Apocalipsis 15:5-6.
La Biblia nos dice que Juan
ve en el cielo el templo del tabernáculo (aquel que Moisés vio cuando el Señor
le mostró el modelo para que hiciera el terrenal), y de allí salen siete
ángeles, los cuales traen el juicio de Dios; al salir del templo celestial
vemos que ellos hacen lo que hacen siguiendo las instrucciones del Señor, no
actúan en su propia autoridad sino bajo la autoridad de Dios.
Estos siete ángeles reciben
de uno de los seres vivientes siete copas de oro, las cuales están llenas de la
ira de Dios: "Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios" Apocalipsis 15:7.
Es interesante tener en
cuenta que la palabra “copa” aquí se traduce del término griego “fiale”
refiriéndose a un cuenco, o taza ancha y de poco fondo (muy diferente a la copa
que generalmente conocemos). Por eso varias versiones de la Biblia traducen
esta frase: “y los siete ángeles recibieron siete tazones de oro, llenos de la ira de Dios”.
Los cuencos o tazones eran
instrumentos usados ritualmente para derramar las libaciones en el sacrificio.
La libación era el acto de derramar aceite sobre el sacrificio (era como una
ofrenda liquida).
Los líquidos aceptados eran
aceite puro, vino puro y sangre, en este caso Cristo fue derramado en libación
por nuestros pecados.
Entonces podemos concluir
aquí por lo menos dos cosas. En primer lugar, son vasijas que sugieren un
rápido vaciamiento de sus contenidos, serán juicios certeros, severos y
rápidos.
En segundo lugar, estos
ángeles salen del templo y realizan una labor sacerdotal, pues los tazones eran
usados en el templo, de manera que aquel contenido vaciado en la tierra cumple
con una función purificadora.
Recordemos que el juicio
del diluvio limpio o purificó la tierra de la maldad que se había multiplicado
sobre ella, así mismo aquí es purificada la tierra y liberada del gobierno de
la maldad mediante este período de gran tribulación.
En ese mismo momento el
templo se llenó de la gloria de Dios (versículo ocho), recordemos que este es
el tabernáculo celestial, y nadie podía entrar allí hasta que se cumpliesen las
siete plagas. Ya no hay más intercesión, ha llegado la hora del juicio. Entonces
todos los habitantes del cielo están a la expectativa de los sucesos en la
tierra.
Debemos tener presente que según
la mayoría de intérpretes de la Escritura, para este tiempo la iglesia de Jesucristo
ya está con el Señor, y no participará de estos juicios.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
– Estudio bíblico: Los siete ángeles con las 7 plagas postreras según Apocalipsis 15 -
Estos estudios están muy interesantes.
ResponderEliminarDios te bendiga y muchas gracias por dejarnos tus valiosos comentarios.
Eliminar