Introducción:
En cuanto a la guerra espiritual es muy importante mantener un correcto
equilibrio evitando los extremos. Evitemos por ejemplo pensar que satanás nada va
a intentar contra los creyentes, o creer que el diablo está detrás de todo lo
que sucede. El Señor es todopoderoso, y él ha delegado autoridad y poder en su Iglesia
para que ésta avance en victoria…
SERMÓN: EN CRISTO TENEMOS VICTORIA
Nos dice Efesios
6:11-13 “Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan resistir las asechanzas
del diablo. Nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino contra
principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, por tanto tomad toda
la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes”.
La batalla espiritual es un tema
real y su impacto se ve en lo natural. La palabra “lucha” se traduce del término
griego “pale” que además significa: combate cuerpo a cuerpo, palabra
relacionada con mecer o vibrar. El pasaje bíblico indica un conflicto
espiritual, aunque es completamente real, por lo general invisible.
En el pasaje podemos ver a nuestros
adversarios: el diablo y sus ángeles. Satanás era un querubín ungido y un día
se rebeló contra el Señor y miles de ángeles lo siguieron, éstos se
corrompieron convirtiéndose en seres del mal y su objetivo es destruir. Ellos aborrecen
los diseños de Dios, y procuran la destrucción total de los seres humanos.
Pablo por el Espíritu nos enseña las
actitudes que debemos tener ante la batalla. Fortalecerse en el poder de Dios,
el término “fortaleceos” indica recibir poder, derramar poder dentro de, y
añade la Biblia: “en el Señor”, es decir que recibimos del Señor su fuerza para
avanzar y su poder, unción, para servir con eficacia a Dios.
La armadura es de Dios porque es
la provisión del Señor para su pueblo, éste debe velar, no descuidando ninguna
área, pues el enemigo buscará atacar partes vulnerables (es muy interesante ver
que cada parte de la armadura indica una verdad del Evangelio).
Debemos perseverar con firmeza. Por
eso nos dice el texto: “Estad, pues, firmes” y el final del versículo trece añade:
“y habiendo acabado todo, estar firmes”, los soldados que salen a la batalla deben
perseverar hasta el fin. El término “firmes” expresa posición de dominio y
seguridad.
Conclusión: La guerra espiritual es real, tan real como la victoria total de Cristo sobre el diablo
en la cruz del Calvario. Lo que el Señor le dijo a Josué antes de iniciar conquistar
de la tierra Canaán, nos lo dice hoy: “como estuve con Moisés estaré contigo;
no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y se valiente… Jehová, tu Dios,
estará contigo”. Adelante, el Señor va contigo.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Sermón: Dios siempre nos ayuda - Temas para predicar -
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