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Reflexión: Renovados por el poder del Espíritu Santo.
La naturaleza misma nos enseña muchas cosas. Una de ellas, es que podemos ver en las cuatro estaciones el principio natural de la renovación. En la vida del cristiano esto es muy importante.
De este modo, podemos ver que el frío invierno es seguido de la hermosa primavera. En esta esta estación del año, los animales despiertan de su sueño, también puede verse cómo las aves que habían emigrado regresan, y en los árboles aparecen hojas nuevas, de igual modo que las flores y los frutos.
La palabra de Dios nos enseña, que una parte del diseño de divino es la renovación. El Señor nos renueva y nos da herramientas por el poder del Espíritu Santo para cumplir con su voluntad. Él renueva nuestras fuerzas, nuestra fe y esperanza.
Literalmente, nos dice la Escritura en el libro del profeta 4:6 “Entonces respondió y me habló, diciendo: Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos”. Un texto que nos enseña muchas cosas, sin lugar a dudas.
El Espíritu Santo, dijo el Señor Jesús, es nuestro bendito Consolador, y por su poder el corazón quebrantado recibe sanidad y libertad. El Espíritu de Dios es quien convence de pecado al ser humano, lo lleva a Cristo, y así es transformado su estilo de vida.
El Espíritu Santo ministra renovación
a lo que está secándose, y a punto de morir. Jesús lo asemejó a una fuente de
agua viva, y es que sin él, no hay vida. Él Espíritu de Dios nos unge con poder para alcanzar
las metas que el Señor pone por delante de nosotros. Cristo mismo requirió el
poder del Espíritu Santo para su ministerio.
En este momento, podemos recordar las palabras de Dios al profeta Ezequiel cuando le dijo: “Profetiza y di: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y entró espíritu en ellos y vivieron”. Vemos, pues que el Espíritu de Dios trae vida, él renueva con su poder lo que se ha perdido.
La palabra del Señor, nos enseña de modo contundente que Dios no quiere religión para su pueblo, él trae cosas nuevas, tiempos nuevos, vida y renovación para sus hijos.
Esto requiere de nosotros buscarlo con
pasión e insistencia, y que el objetivo sea agradarle a él. Dios desea
restaurar al que ha caído, sanar el corazón quebrantado. Por el poder del Espíritu
Santo puedes levantarte, avanzar y alcanzar lo que él te ha prometido. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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