Toda la gloria le pertenece a Dios

Sermón: Toda la gloria le pertenece a Dios.

 

 

 

La Biblia nos motiva a darle la gloria a Dios, pues todo el poder le pertenece a él, y por su gracia nos bendice. Por eso, debemos depender de él, y esto lo logramos mediante la oración, en ese espacio somos fortalecidos y dirigidos para hacer su voluntad, definitivamente toda la gloria le pertenece a Dios.   

La palabra de Dios nos motiva a orar de manera constante y ferviente. De hecho, el mismo Señor Jesús nos enseña sobre la necesidad orar siempre y no desmayar, también Pablo nos dice que debemos presentar todas nuestras peticiones en oración y ruego. 

Esto nos permite ver que a nuestro buen Dios le agrada bendecir a cada uno de sus hijos. Con confianza podemos pedir cosas diversas, y en su bondad Dios nos concede aquellas cosas que están de acuerdo a su voluntad, él desea lo mejor para sus hijos. 

A veces nos podemos molestar porque Dios no nos concede lo que deseamos, o porque pensamos que se demora mucho, pero, en realidad él sabe muy bien lo que hace. 

Más bien, debemos apreciar y dar valor a aquello que Dios valora, debemos ver las cosas como él las ve, debemos orar como él desea que lo hagamos, y hacer lo que él nos dice; este conjunto de cosas demanda una buena comunión con el Señor, y una conciencia real de sus propósitos y bondades.   

La palabra de Dios nos dice en la Segunda Carta de Pablo a los Corintios: “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea de nuestro Dios, y no de nosotros mismos”, según 2 Corintios 4:7. 

Debemos tener presente, que es por la gracia del Señor Jesús que tenemos esta salvación tan grande, y también somos ungidos por el Espíritu Santo para participar de la extensión de su reino en esta tierra.  

 

 

 

La gloria siempre es de Dios

Por el Espíritu Santo, el apóstol Pablo utiliza la expresión: “La excelencia de Su poder”, expresando así el resplandor y brillo de los dones del Señor en aquellos hijos de Dios que con humildad de corazón buscan que el nombre de Jesucristo sea exaltado, ya que al final el poder y toda la gloria le pertenece a Dios.    

La gracia del Señor Jesucristo nos ha alcanzado, él nos ha dado salvación y ha impartido en cada uno de nosotros diversos dones para servir en su obra. Por eso, debemos perseverar con gozo sirviendo al Señor, conscientes de que todo lo que somos y podemos hacer es por la gracia de Dios en Cristo.   

Quizá aparezcan dificultades en el camino, pero, aunque el entorno sea complicado, todo aquello es temporal, el Señor Jesús venció y ahora vive dentro de ti, por él puedes vencer. 

Ten presente que el Señor mismo te recompensará en esta tierra, y en su reino venidero. El apóstol Pablo experimentó muchas dificultades y obstáculos, enemigos y peligros, pero el Señor Jesús siempre lo fortaleció, y él cumplió su carrera con alegría, con fe e integridad. Definitivamente, toda la gloria le pertenece a Dios.  

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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