La fe de Noé y la construcción del arca.
La Epístola a los Hebreos capítulo once destaca la fe de Noé, fe que lo llevó a construir el arca según la dirección de Dios. Literalmente nos dice la Biblia:
“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”, Hebreos 11:7.
Aunque el texto inicia destacando la fe de Noé, podemos ver que ésta caminó de la mano con el temor de Dios en el corazón de Noé; entonces la fe y el temor de Dios son como gemelos que deben caminar juntos, pues la fe cree en el poder de Dios, y el temor del Señor hará que usemos todo esto para la gloria de su nombre.
El temor de Dios en Noé lo llevó a obedecer al Señor, incluso acerca de cosas que aún no se veían; y la fe lo llevó a iniciar un gran proyecto: construir el arca.
Este proyecto demoró varias décadas, de hecho, algunos interpretan Génesis 6:3, como el tiempo que demoró la construcción del arca, es decir, ciento veinte años.
Génesis 6:3 “Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años”.
Durante el tiempo de construcción del arca, Noé no sólo predicó con sus palabras, su mejor sermón fue la construcción de aquella inmensa arca, fue un testimonio visible de la gracia de Dios que espera el arrepentimiento humano, pero fue también un mensaje que enseña el doloroso resultado del pecado.
Estoy convencido que Noé no trabajó solo, sus hijos y familia le ayudaron, pues ellos creyeron en las palabras de Dios. De hecho, todos entraron en el arca cuando comenzó a llover:
“En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca”, Génesis 7:13.
Durante todos esos años de
trabajo y construcción, ellos mantuvieron la fe en las palabras que Dios había
dado. Aquella fe y perseverancia los llevó a la salvación de las aguas del
diluvio. Vemos pues, que "El justo por la fe vivirá", es un principio para todo tiempo. Fortalezcamos nuestra fe en Dios, pues sin ella es impossible agradar al Señor.
Pastor Gonzalo Sanabria.
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