Dios es el dueño de todo

Introducción: La soberbia y el orgullo nos hacen necios, pues creemos que las cosas que logramos y conseguimos se deben a nuestras capacidades, y esta actitud es la antesala a la caída. Por eso debemos procurar un corazón manso y humilde ante Dios, pues él es el dueño y Señor de todas las cosas…  

Sermones para predicar:

Dios es el dueño de todo.

La Biblia nos enseña y advierte sobre la falsa seguridad del necio. Lucas 12:16-19

“También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alama: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe regocíjate”.

a) Éste hombre recibió una herencia que estaba multiplicándose, nos dice la Biblia que ya era rico y sus bienes seguían creciendo con mucha fuerza. También podemos ver que tiene una capacidad significativa para planear y proyectarse.

Lamentablemente sus planes no incluyen a Dios, ni consideran su dirección. Al ver las frases que pronuncia menciona palabras como: “Mis frutos y mis bienes…” en varias ocasiones, olvidándose que es Dios el dueño de todas las cosas.    

b) Su vida futura está centrada en la alegría que le producirá la abundancia de sus bienes, esto lo vemos cuando dice: “Haré grandes graneros para guardarlo todo… y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años…”.

Debemos ser buenos administradores y esto glorifica a Dios, pero nuestra alegría no depende de los bienes materiales, y nuestro gozo en el futuro no está basado en la seguridad de los bienes terrenales, nosotros dependemos de Dios y separados de él nada podemos hacer.

El rey Salomón llegó ser el rey más rico de la historia de Israel, pero en sus últimos años cuando se apartó de Dios fue la escasez lo que abundó en su reino. Sin Dios nada efectivo podemos hacer.     

c) Cuatro cosas planea aquel hombre: “repósate” “come” “bebe” “regocíjate”. Esto es interesante porque el número cuatro en la Biblia indica “aquello establecido y creado por Dios”. Entonces el Señor mismo ha establecido bendecir a los hombres, pero este hombre es una muestra de aquel que quiere disfrutar lo que Dios ha creado pero sin rendirle cuentas al Creador.

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Es el hombre autosuficiente, aquel que quiere alcanzar la felicidad sin Dios. Representa a la humanidad donde el hombre es su propio dios (es el humanismo que busca su propia realización y éxito sin Dios).

Es fundamental reconocer que separados de Dios nada podemos hacer, y que con nuestra vida debemos dar gloria a su nombre. Todo lo que somos y tenemos viene de él, por tanto no sólo debemos reconocerlo, sino vivir para hacer según su buena voluntad. Dios es el dueño de todo.   

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(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria). 

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