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Cristo nos libra del poder de la muerte |
La muerte es también un ser demoníaco, como nos lo enseña la Biblia en Apocalipsis 6:8
“Miré y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía, y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”. Reflexionemos en este pasaje:
1) En primer lugar debemos tener en cuenta que la descripción aquí mencionada es un acontecimiento futuro durante los juicios divinos sobre la tierra para los tiempos finales, pero además este texto nos enseña cosas muy importantes, desde la realidad del mundo espiritual.
2) En segundo lugar como vemos aquí al apóstol Juan se le revela que Muerte y Hades son
personas o seres también. Como sabemos la muerte en un primer sentido es cesación de la
vida (evento que todo ser humano experimenta). Además la Biblia nos presenta
aquí a dos seres con personalidad y con nombre propio: Muerte y Hades.
Nos dice el texto
que Muerte cabalga un caballo amarillo, el término “amarillo”
aquí se traduce de la palabra griega “cloros” que además quiere decir: pálido,
color verdoso, color de los cadáveres que mueren de pestilencia. Color de la
muerte.
Muerte cabalga este caballo, es
decir es quien lo direcciona y le da órdenes, esto lo hace un ser con
personalidad, además Hades sigue a este jinete.
3) En tercer lugar Dios revela un orden de acción. Es interesante la secuencia en que Juan los ve: “Muerte cabalga en un
caballo amarillo y lo sigue Hades”. Ya que el Hades es un lugar también, y es
un lugar de confinamiento o encierro y allí van aquellos cuyos nombres no están
escritos en el libro de la vida, entonces Muerte los reclama y Hades los
encierra.
Pero debemos tener presente
que fue precisamente a eso que vino Cristo, a salvarnos de la muerte eterna
para gloria de su nombre. Jesús vino a darnos vida y vida en abundancia, todo aquel que en él cree no irá a condenación, sino que vivirá para siempre con el Señor.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Hebreos 2:14 "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo".
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