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Dios quiere moverse a nuestro favor. |
En la Biblia se nos deja muy claro esta verdad: Dios quiere moverse a nuestro favor. Él siempre está de nuestro lado, sólo debemos seguir su consejo y veremos su gloria hacer maravillas en nuestra vida.
1) En primer lugar es necesario buscar a Dios. Cada crisis o dificultad es una oportunidad para buscar al Señor, y
aprender cosas maravillosas de su poder y cuidado. Toda persona que busca a
Dios y confía en su palabra nunca será decepcionada. La Biblia está llena de
ejemplos al respecto, veamos:
Un padre de familia reconoce que acudir a Jesús siempre será la
solución (asunto que todos debemos reconocer). Marcos 9:14-18
“... Y enseguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él le saludaron... respondiendo uno de la multitud, dijo Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual le sacude, y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando...”.
1) En primer lugar vemos que el Señor Jesús desciende del monte de la transfiguración con Juan,
Jacobo y Pedro, y al llegar vio una gran multitud que rodeaba al resto de los
discípulos, entonces la gente al verlo corrió hacia él para saludarlo.
De entre la multitud sale un padre de familia afligido por la condición
de su hijo, pues un espíritu inmundo lo atormentaba, y había venido a los
discípulos de Jesús para que lo echasen fuera, pero no habían podido. Llevemos a Jesús nuestras cargas y problemas, él sabe que hacer con estas cosas.
2) En segundo lugar debemos reconocer que a veces viviremos ciertas situaciones ante las que somos impotentes o se
salen de nuestras manos; a veces son los resultados de nuestras equivocaciones;
en otras ocasiones son pruebas que Dios ha permitido; otras veces son ataques
demoniacos, etc. Pero sin importar su naturaleza a Cristo debemos acudir.
3) En tercer lugar debemos cuidarnos para que el
desespero no nos lleve a empeorar la situación, es decir, aquel padre de
familia pudo haber corrido a buscar un hechicero para que le ayudara con su
hijo, o pudo haber presentado ofrendas a un ídolo cananeo buscando la sanidad
de su hijo, entre otras cosas. Pero él hizo lo correcto, buscar a Jesús y su
poder.
Y no fue decepcionado, pues nuestro Señor Jesucristo escuchó su clamor, él siempre oye nuestras oraciones, y por el poder del Espíritu Santo restauró la salud y la vida de su hijo. Esto nos recuerda cuan importante es la oración de los padres por los hijos.
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