Reflexión: Un encuentro con Jesús cambia tu destino.
“Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.
Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora además, prisionero de Jesucristo, te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil”. Filemón 3-11.
Introducción.
La sabiduría de un hombre de Dios, produce resultados que glorifican la Palabra del Señor, salvando vidas, fortaleciendo y guiando en la justicia y la piedad a sus siervos, y añadiendo gracia y favor a los más débiles.
La intercesión con amor y gratitud por los siervos del Señor, trae recompensa.
El Apóstol Pablo, amaba a Dios, y hacía su obra con pasión, para él era de suma importancia todo lo que se hacía para la edificación de la Iglesia, y tenía en mucha estima a los siervos fieles del Señor, por lo cual era constante en interceder con acción de gracias por todos ellos, y particularmente por Filemón, según nos dice el pasaje que leímos.
Así también, nosotros tenemos esa comisión de orar e interceder con amor y misericordia, por nuestros Pastores, líderes, evangelistas, y todos los siervos del Señor, para mantener la unidad de la Iglesia, y vencer toda oposición del enemigo; por medio del poder de Dios, a través de la oración.
Siendo Pablo un Apóstol, no recurre a la autoridad que espiritualmente tenía en la Iglesia de Cristo, sino que hace uso de la sabiduría, haciéndole saber a Filemón que siempre lo ha tenido presente en sus oraciones, y además le honra con sus palabras, reconociendo su gran labor en la obra del Señor; esto sin duda conforta el corazón de Filemón, y le prepara su corazón para acceder a la petición que más adelante, en la misma carta, le hace Pablo.
Si bien es cierto, toda la gloria es
para Dios, también es cierto que es necesario y justo, honrar a los siervos del
Señor que nos presiden.
Un encuentro con Jesús cambia el destino del hombre.
Onésimo se encontró con Jesús, y su vida cambió, para ese encuentro fue necesario, que hubiera un hombre, a quien no le importaran las cadenas, ni le importara la sentencia de muerte que se dictaría contra su vida; la pasión de Pablo era predicar a Cristo Jesús, y edificar su Iglesia.
Pablo no podía darle la libertad de la esclavitud terrenal que Onésimo tenía, pero lo guió a recibir la libertad más grande que todo hombre necesita, la libertad de la esclavitud del pecado y de la condenación, libertad que solo la encontramos en nuestro Señor Jesucristo.
Además, la condición de esclavo de Onésimo ya no sería la misma, porque Jesús había llegado a la vida de su amo Filemón, y también a su propia vida; por lo cual las cosas ya no serían igual, porque donde llega Jesús todo cambia.
Conclusión.
El Reino de Dios, necesita de hombres
y mujeres como tú, dispuestos para alcanzar al perdido, por medio del poder del
evangelio. Llenémonos del amor y de la sabiduría de Dios, para edificar el
cuerpo de Cristo, intercediendo con gracia por el que lo necesita, haciendo
también más ligeras las cargas de cada uno. Que la paz y el favor de nuestro
Señor Jesucristo sea contigo. (Escrito
por Yesenia Aguilar. Editado por Pastor Gonzalo Sanabria).
Te invito a leer:
1) Mira a Jesús en todo tiempo
3) En cada dificultad
el poder de Dios resplandece
SUSCRÍBETE GRATIS y
entérate de nuestros nuevos sermones y publicaciones, HAZ CLICK AQUÍ
.
0 comentarios:
Publicar un comentario