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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
lunes, 5 de agosto de 2019
a) La revelación de Jesucristo a Esmirna. Apocalipsis 2:8.
“Y escribe al ángel de la
iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió,
dice esto:”
La ciudad de Esmirna era
una ciudad comercial y prospera. Su nombre significa “mirra”, y esto nos dice varias
cosas, pues la mirra era usada para embalsamar los cadáveres. Es un símbolo de
sufrimiento y muerte, era también uno de los ingredientes de la santa
unción.
Nos recuerda que las
pruebas y las adversidades son parte del camino que la iglesia debe recorrer, Esmirna
es un nombre que indica las luchas y obstáculos que la iglesia enfrentaría y
que con la ayuda de Dios superaría, por eso a esta iglesia Cristo se presenta
como “el que estuvo muerto y vivió”.
También esta iglesia Cristo
se presenta como el primero y el postrero, es decir él es el comienzo y el
final, él es el Eterno y todo lo llena. Es “el que estuvo muerto y vivió” la
muerte y el Hades no lo pudieron retener, él es “la resurrección y la vida”.
Esta ciudad fue destruida y
restaurada varias veces, y hoy día es la única de las siete ciudades que
existe, se llama “Izmir” y hay una comunidad cristiana allí. Lo que nos
recuerda que Cristo tiene el poder de restaurar lo dañado y es quien sostiene a
quienes en él perseveran.
b) Jesucristo conoce perfectamente a su iglesia. Apocalipsis 2:9.
“Yo conozco tus obras, y tu
tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se
dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás”.
La iglesia enfrentaba persecución,
tribulación, calumnias, etc. En esta ciudad había una gran comunidad de judíos
que se oponía con fuerza a los cristianos (una de sus principales armas de
ataque eran las calumnias y blasfemias).
Algunos miembros eran (materialmente
hablando) muy pobres y otros eran expulsados de su trabajo por su fe en Cristo.
Pero en medio de toda aquella oposición y escasez, Cristo era el sustento y fortaleza
de aquella iglesia.
Jesucristo advierte a la iglesia de
una persecución más fuerte e intensa, Apocalipsis
2:10. El versículo nos habla de cárcel, prueba, tribulación, muerte, lo que
nos enseña la intensidad de la adversidad. En medio de aquella prueba Dios
fortalecerá y sostendrá a su iglesia, por eso le dice: “No temas en nada lo que
vas a padecer”, es decir: “yo estaré contigo y te daré fuerzas, y te preservaré
para mi reino celestial”.
La frase “se fiel hasta la muerte”
nos recuerda la fidelidad del pastor de la iglesia de Esmirna en el primer
siglo, Policarpo, discípulo del apóstol Juan, quien ante los soldados romanos
era presionado para negar y maldecir a Cristo, y confesar que “Cesar era el
señor”.
Policarpo les respondió: “hace
ochenta y seis años sirvo a mi Señor, y ningún mal me ha hecho ¿cómo puedo
maldecir a mi rey, quien me ha salvado?” y murió en la hoguera. Enseña la
tradición que no fue el fuego el que le quitó la vida, pues las llamas nada le
hacían, por eso un soldado romano tomó una lanza y la atravesó en su
pecho.
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c) Jesucristo recompensa a su iglesia.
Apocalipsis 2:10-11.
“No temas en nada lo que vas a
padecer… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que
tiene oídos oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no
sufrirá daño de la muerte segunda”.
En la parte final del versículo once
Jesús promete la corona de la vida a aquel que permanece fiel hasta la muerte.
Precisamente la fidelidad a Cristo es manifestada ante la adversidad. “La
corona de la vida” nos habla de poder, gobierno y autoridad sobre la muerte,
pues en Cristo tenemos vida, y reinaremos con él.
Esmirna era una ciudad de gran
belleza, igual que en la actualidad, por eso llamada hoy “La perla del Mar
Egeo”. En lo alto de la colina Pagos había un grupo de construcciones hermosas
llamadas: La corona de Esmirna, y por eso Jesús contrasta esta hermosa corona
con otra más valiosa, hermosa y eterna “La corona de la vida”.
Nuevamente en el versículo once el
Señor nos recuerda que este mensaje es también para todas las iglesias. El
vencedor, es decir el que permanece fiel, no sufrirá daño de la segunda muerte,
la “segunda muerte” es el nombre con el que también se designa el ser lanzado
al lago de fuego por la eternidad.
Recordamos pues que Jesucristo
guarda, recompensa y preserva a aquel que permanece fiel hasta el final. Para
Dios la fidelidad es una muestra de la fe y confianza en sus promesas. La
fidelidad al Señor queda en evidencia cuando el cristiano persevera en el
camino de la fe aun en los tiempos más críticos.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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