Sermón: Un corazón dispuesto es de gran valor para Dios.
La palabra de Dios nos enseña en el Libro de los Hechos que Ananías fue un discípulo sensible y obediente al Señor, este hombre fue usado por Dios para hablar y ministrar a Saulo de Tarso, quien más adelante sería un poderoso instrumento en las manos de Dios, el apóstol Pablo.
La Biblia nos dice en Hechos 9:10 “Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor”.
Debemos destacar que Ananías escuchó la voz de Dios y la reconoció como tal, y en esto se hace evidente su sensibilidad a la voz divina. Éste era un hombre fiel a Dios (recordemos que la palabra “fiel” se traduce del término griego “pistos” que además significa: digno de confianza), y es precisamente por eso que el Señor le confió sus planes secretos, en éste caso y en particular, su plan con Saulo de Tarso.
La palabra de Dios valora y destaca la importancia de la intimidad con el Señor, pues es en el secreto donde Dios revela su poderosa voluntad y nos muestra su dirección y las estrategias a seguir.
Este suceso, también nos enseña que los
discípulos del Señor Jesús se evidencian porque siguen y hacen la voluntad de
Dios, ellos no viven para sí mismos, por el contrario, viven para hacer la
voluntad de Aquel que los rescató.
Debemos también destacar la buena y pronta disposición de Ananías al responder al Señor diciendo: “Heme aquí, Señor”. Palabras de un siervo obediente y dispuesto para la voluntad de su Señor.
El Señor Jesús es Maestro por excelencia, él continúa instruyéndonos, siempre está enseñándonos. Él envió su Espíritu Santo para guiarnos y enseñarnos cosas que ojo no vio, ni oído oyó, para que podamos conocer las riquezas de su gloria y la herencia en Cristo. Buscar a Dios nos depara poderosas revelaciones y grande bendiciones.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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