Reflexión:
Dios es la fuerza de mi vida.
La palabra de Dios nos dice en el libro de los Salmos: “Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco”, según el Salmo 92:10. El Señor es la fuerza de nuestra vida misma.
Dios mismo nos enseña que en el camino de la fe enfrentaremos desafíos y obstáculos que superar; y en aquellos tiempos de crisis o dificultad podemos experimentar que nuestras fuerzas menguan, y puede surgir el desánimo, pero Dios siempre estará pendiente y dispuesto para fortalecernos, y él es quien nos da sabiduría para tomar decisiones correctas.
La vida natural nos enseña que el aceite es un componente esencial en la vida de un motor. Cuando el aceite se envejece, pierde sus características y cualidades, provocando daños, disminución en la producción e incluso puede haber destrucción del motor mismo.
Al considerar todas estas razones, podemos ver la importancia de que el aceite sea renovado periódicamente. La Biblia nos habla del aceite como poder del Espíritu Santo. La unción del Espíritu sobre nuestra vida es esencial, por eso la importancia de la renovación del aceite de Dios en nuestra vida.
La palabra del Señor nos enseña que nuestro buen Dios es quien nos unge con su poder, él desea renovar en sus hijos la unción para que avancen y conquisten sus planes. El aceite del Espíritu Santo nos hace valientes y esforzados, de manera que podemos avanzar y conquistar lo que el Señor nos ha preparado. Dios es la fuerza de nuestra vida.
El texto
bíblico de hoy nos dice: “El Señor multiplica nuestras fuerzas como las del
búfalo y nos unge con aceite
fresco”. Ante el cansancio y desánimo, debemos ir a la presencia de Dios, allí seremos
renovados y fortalecidos para avanzar y vencer todo enemigo, y superar todo obstáculo
en el Nombre del Señor.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te
invito a leer: La presencia de Dios es lo más importante
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Muy bueno mejustaroa seguir recibientoa mas refleccione me ase crece
ResponderEliminarDios te bendiga. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia.
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