La oración evidencia nuestra dependencia de Dios

Predicas y bosquejos

(Predicas y bosquejos). La oración es fundamental para tomar decisiones en la voluntad de Dios; la oración es una evidencia de que dependemos del Señor. Por eso la oración engrandece a Dios y en ella el cristiano crece y madura pues conoce cada vez más el carácter de su Creador…  
  

Sermones para predicar: La oración evidencia nuestra dependencia de Dios.

Lucas 6:12-16 “Y pasó la noche orando a Dios, y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles, Pedro, Andrés, Jacobo, Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, Simón, Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor”.   

Como podemos ver en este pasaje el Señor Jesús pasó la noche orando y cuando llegó la mañana actuó de acuerdo a la dirección de Dios que alcanzó aquella noche en oración.  Por eso llama a sus discípulos al monte, no sabemos en realidad cuántos discípulos eran, pero de ellos  escogió a doce.

A esos doce discípulos el Señor llamó apóstoles. Qué gran responsabilidad fue esa, escoger a los que serían los doce apóstoles del Señor. Sin duda, nos damos cuenta cuán importante era orar, esa sería una decisión que impactaría al mundo entero y por milenios.

Esto nos recuerda la importancia de orar en todo tiempo, y con mayor razón cuando los tiempos son difíciles o cuando debemos tomar decisiones importantes, porque esas decisiones no sólo van afectar  nuestra mi vida, sino la de aquellos que me rodean y todo el futuro que nos involucra.

Como podemos ver en aquellos doce escogidos, Jesús llamó a personas con grandes vacíos y fallas (pues desde el punto de vista académico no reunían las condiciones, tampoco pertenecían a la clase sacerdotal, no tenían poder económico ni político alguno, y en su carácter tenían grandes dificultades), pero el Señor Jesús los vio con los ojos de Dios, Aquel que no se detiene por las incapacidades del hombre, sino que mira la disposición de su corazón.         

Recordemos que en una ocasión el profeta Samuel pensó que el elegido por rey de Israel era Eliab, hijo mayor de Isaí de Belén, y Dios mismo le habló y le dijo: “No mires su parecer, ni lo grande de su estatura, porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues Jehová mira el corazón” 1 Samuel 16:7.     

También debemos ver que en el versículo dieciséis se nos dice que escogió el Señor también a “Judas Iscariote, que llegó también a ser el traidor”. Es decir, en aquel tiempo de oración Jesús también vivió el momento en el que se le recordó que iba a morir en la cruz y que por uno de sus discípulos sería traicionado. 

La oración nos fortalece para hacer la voluntad de Dios aunque esta implique dolor y decepción. En tiempos de prueba la oración renueva nuestras fuerzas para perseverar, y el Señor se convierte en nuestro refugio.    

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Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

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