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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
lunes, 23 de julio de 2018
“Estos son los que
fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de
este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entra y
ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
a) El Señor Jesús está revelando el
significado de la parábola del sembrador a sus discípulos, en donde la semilla
es la palabra de Dios. Estos versículos nos permiten ver como la palabra de
Dios no puede hacer su obra en el corazón de una persona debido a varios
factores: los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas y las codicias de
otras cosas.
b) Aquí podemos ver que los afanes, es
decir las preocupaciones de esta vida o de este tiempo, logran impedir el fruto
que por sí misma la palabra quiere dar en el corazón humano. Al ser una semilla
la palabra de Dios está diseñada para llevar fruto, pero ésta semilla tiene un
poderoso enemigo y es la preocupación.
Mediante dardos (es
decir mensajes) de incredulidad y temor el enemigo introduce (“entra”) la
preocupación en la persona, oprime con esto hasta lograr minimizar la palabra
de Dios en el corazón de la persona y por eso escucha más la voz de la
preocupación, y por tanto el fruto poderoso de la palabra de Dios no se puede
dar en la persona.
d) La preocupación ataca con su fuerte
voz, y es allí cuando el cristiano debe utilizar la palabra de Dios como espada
para rechazar los mensajes de duda, incredulidad y temor. La palabra de Dios
viene cargada de poder para avanzar y vencer todo afán, angustia o
preocupación.
e) Esta victoria por supuesto implica
creer y confiar en Dios, y esa confianza se alimenta y fortalece en la comunión
con el Señor. Un corazón apoyado en Cristo no será terreno fértil para la
semilla de la angustia y de la preocupación.
f) Cuando decidimos creer y confiar en la palabra de Dios nuestro corazón
alcanza una paz única y sobrenatural que viene del Señor mismo. Esa paz se
constituye en una fortaleza que el enemigo no puede derribar. Por eso el que
edifica su vida sobre la palabra de Dios, es como el hombre prudente que
edifica su casa sobre la roca.
Además de este artículo, te invitamos a
leer otros que bendecirán tu vida:
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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