Ante los obstáculos de la vida todos tenemos reacciones
diferentes (Judas se suicidó, David se humilló y se arrepintió delante Dios,
Jesús oró en el huerto de Getsemaní, etc), sin embargo Dios nos enseña la
manera idónea para enfrentar cada adversidad.
Dios nos da la sabiduría para tomar
las mejores decisiones, él nos fortalece para perseverar y alcanzar aquellas
grandes cosas que nos ha preparado.
Una actitud correcta ante la adversidad es bendecir a Dios y nuestra
vida.
La Biblia nos enseña que un día Job fue probado. A aquel gran hombre de
Dios un día le llegó la adversidad de modo que perdió sus hijos, sus ganados,
sus cosechas, su salud y hasta su esposa murmuró contra Dios y contra él.
¿Cómo reaccionamos cuando enfrentamos etapas críticas y difíciles en
nuestra vida? ¿Cuál es nuestra actitud cuando los resultados no son los que
esperamos? ¿Qué hablamos cuando nuestra salud o familia enfrenta
obstáculos?
La Biblia nos enseña las actitudes de Job en medio de esta situación:
Job 1:22 nos enseña que Job no le echó la culpa a Dios, “En todo esto no
pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”.
Job 2:9-10 nos muestra que Job ante la presión, molestia y rechazo de su
esposa no pecó con sus labios contra Dios “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún
retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como suele
hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de
Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus
labios”.
Job 3:1-4 el patriarca maldice el día de su nacimiento. Ante la crisis
abre su boca para declarar malas palabras sobre el momento en que nació.
“Después de esto abrió su boca, y maldijo su día… Perezca el día en que yo nací
y la noche en que se dijo: Varón es concebido…”.
Todo esto nos permite ver su temor de Dios al no hablar contra él; pero
vemos también su humanidad al maldecir con decepción, tristeza y enojo el día
de su nacimiento. Vivir una crisis semejante no es fácil y conservar un estado
de ánimo apropiado no es sencillo.
Sin embargo, debemos darle a la palabra de Dios el primer lugar en
nuestras decisiones y ella nos enseña la importancia de adorar a Dios, darle
gracias y bendecir su nombre.
En nuestra boca está la vida y la muerte, y por
eso Jesús dijo: “Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os
calumnian” Lucas 6:28, y también dice la Escritura: “Bendecid, y no maldigáis” Romanos 12:14.
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Tu
vida es un diseño divino, fuiste planeado un día por Dios y él ha preparado un
maravilloso propósito para tu existencia aquí en la tierra, y después de
cumplirlo su deseo es que estés para siempre con él.
Tu vida no es un estorbo
ni un accidente, eres linaje real, sacerdote para Dios, fuiste redimido con la
sangre preciosa de Jesús, eres hijo(a) de Dios, sin duda el título más grande
en esta tierra.
Además de este artículo, te invitamos a leer otros que bendecirán tu
vida:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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